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TECNO
22 de noviembre de 2019
Una serie de robos en autos de California hizo que la policía se preguntara cómo hacían los perpetradores para identificar los aparatos electrónicos
En Chicago, Estados Unidos, una mujer trabajó durante algunas horas y al buscar su vehículo estacionado en la calle lo encontró con una ventanilla rota: la laptop que estaba dentro, escondida bajo el asiento trasero, había sido robada. Le llamó la atención que los ladrones no se llevaran la billetera con USD 50 para emergencias que siempre tenía en la guantera. Tampoco una bolsa con ropa deportiva nueva, que estaba en la misma posición en que la había dejado.
En Zurich, Suiza, un hombre dejó su BMW estacionado durante dos horas; cuando regresó, encontró también una ventanilla rota. El iPad que había ocultado debajo del asiento del pasajero se había esfumado. Días más tarde leyó en Twitter que alguien contaba cómo habían aumentado los robos de electrónicos en Mountain View, California, gracias al uso de escáneres de señales de bluetooth. Se dio cuenta que probablemente eso mismo le había sucedido a él.
Una serie de robos similares en autos de California llamó la atención de la policía sobre el uso de escáners de bluetooth. (iStock)
En esos y los demás casos que citó Wired, las víctimas tenían la impresión de que los ladrones sabían que había equipos electrónicos de valor dentro de sus autos. La explicación por la que se inclina la policía, sobre todo en la franja de la industria tecnológica que va de San José a San Francisco, es que se usan escáneres de señales bluetooth para identificar el objetivo del robo, y lo simplificarlo.
Las laptops, las tabletas, los teléfonos y demás dispositivos cotidianos emiten una señal de bluetooth de manera predeterminada. Si no se la apaga en la configuración, no importa que el aparato esté cerrado o inactivo: aun con una computadora portátil con la tapa baja o un smartphone con la pantalla negra envían la señal para que otros dispositivos puedan encontrarlos y conectarse con ellos.
“Tengo pocas dudas de que algunos ladrones estén usando escáneres de bluetooth para encontrar sus objetivos”, dijo Jake Williams, fundador de la firma de seguridad Rendition Infosec, a Wired. “Usar uno es muy sencillo, no hay una barrera de conocimiento tecnológico que lo impida”.
Se venden como instrumentos para encontrar dispositivos perdidos, como el teléfono dentro de la propia casa. El rango de precios va de USD 40 a un poco más de USD 150.
Amazon los vende, a precios que oscilan entre USD 40 y algo más de USD 150; se promocionan como una herramienta indispensable para encontrar el FitBit o el smartphone, por ejemplo, o para detectar electrónicos prohibidos en un lugar determinado. Pero también existen apps de escaneo de bluetooth que usan la señal del teléfono donde se instalan para encontrar señales cercanas. “No sólo presentan todo lo que encuentran, sino que brindan detalles como qué tipo de dispositivo han identificado, si está conectado a otro mediante Bluetooth y a qué distancia se encuentra dentro de un rango limitado de metros”, resumió la revista de cultura tecnológica.
“En nuestra zona, sí, notamos que los están usando", dijo Mónica Rueda, del Departamento de Policía de San José. Ella y otros especialistas en prevención del delito —Wired habló con Joe Donleavy, del Departamento de Policía de Walnut Creek— advierten regularmente a la comunidad que no es seguro dejar un electrónico escondido en un automóvil, ni siquiera en el baúl. Aun cuando les queda poca batería y están en modo de ahorro, “todavía pueden emitir una señal”, dijo.
También hay varias aplicaciones que utilizan el bluetooth del dispositivo donde se las descarga para rastrear señales.
“Seguro que se puede probar suerte para robar pero, ¿por qué arriesgarse a violentar un vehículo que puede no tener nada si se puede averiguar antes si tiene algo de valor?”, planteó Williams.
El artículo sugirió que las personas apaguen la señal bluetooth cuando no la utilicen: es una medida de seguridad no sólo contra ladrones, sino contra otras de las numerosas invasiones a la privacidad que permite la tecnología. También es útil apagar los dispositivos, no dejarlos durmiendo. Pero Rueda se inclinó por un consejo más básico: “Empecemos por no dejar electrónicos en los vehículos. Es una forma muy low-tech de asegurarse que nadie los robará”.