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22 de Noviembre de 2024
JUDICIALES
29 de mayo de 2015
Uno de los dos jueces que atenuaron la condena al violador de un chico de seis años, negó haber dimitido como juez del Tribunal de Casación Penal bonaerense ante los pedidos de juicio político. "Fui a Tribunales a hacer un trámite", sostuvo.
Horacio Piombo, uno de los dos jueces que atenuaron la condena al violador de un niño de seis años, negó esta tarde haber presentado su renuncia como juez del Tribunal de Casación Penal bonaerense ante la creciente presión por los pedidos de juicio político.
"No presenté mi renuncia, fui al edificio de Tribunales a hacer un trámite", dijo el magistrado, desmintiendo las declaraciones del ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, quien más temprano admitió que "es un comentario muy fuerte que Piombo ya habría presentado su renuncia ante la (Suprema) Corte".
El juez explicó: "en cualquier momento puedo renunciar, pero no lo hice; fui con una valija para hacer un trámite de IOMA e interpretaron que llevaba una dimisión. Uno tiene que analizar lo que va a hacer. En tres días analicé la renuncia a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata, así que veré cuando sea el momento preciso. Pero hoy no", concluyó.
En declaraciones a Radio Continental, Casal dijo que había un fuerte rumor sobre la renuncia de Piombo y adelantó que Benjamín Sal Llargués seguiría los mismos pasos. "Es un comentario muy fuerte que Piombo ya habría presentado la renuncia ante la (Suprema) Corte y que Benjamín Sal Llargués estaría por el mismo camino", sostuvo.
El funcionario analizó que desde el primer día reprocharon este fallo "porque atacaba derechos fundamentales del menor", y recordó que "esto es cerrar una etapa, los bonaerenses merecen otros jueces". Luego sostuvo que "la ciudadanía se hartó de fallos aberrantes, esto generó un repudio en todo el país y en el exterior también. Estas cosas no pueden volver a suceder".
El magistrado y su colega de la sala I de la Cámara de Casación Penal, Sal Llargués, beneficiaron a Mario Tolosa, vicepresidente del Club Florida, al argumentar que la pena original de seis años debía ser reducida a tres años y dos meses porque la víctima del abuso, un nene de seis años, tenía "una orientación sexual homosexual".
Una fuente del Consejo de la Magistratura explicó que, de tomar la decisión de apartarse del cargo, el juez Piombo debe presentar la renuncia ante la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, la que debe enviarla al Poder Ejecutivo para que el gobernador Daniel Scioli la acepte mediante un decreto "para que pueda acogerse a los beneficios jubilatorios".
En ese caso, una vez que se acepte la renuncia de Piombo, quedaría una vacancia en el cargo, por lo que se abriría un concurso que debería pasar por el Consejo de la Magistratura, mientras que interinamente lo subrogaría otro juez de otra sala.
Si la renuncia de Piombo como juez fuera aceptada por el Poder Ejecutivo, el polémico magistrado no podría ser sometido a un jury de enjuiciamiento para su eventual destitución, tras las denuncias presentadas por legisladores y por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
Es que el artículo 59 bis de la ley que regula el procedimiento para el enjuiciamiento de magistrados establece que la potestad de enjuiciamiento del jurado se extingue por la desvinculación del juez o funcionario acusado.
El martes Piombo también dimitió de su cargo docente en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), minutos antes de la sesión del Consejo Directivo de esa unidad académica en la que se iba a tratar un pedido de juicio académico y su suspensión.
En tanto, Sal Llargués fue apartado como miembro académico del Consejo de la Magistratura, donde se desempeñaba desde hacía años elaborando y corrigiendo exámenes de los aspirantes.
En el polémico fallo, Piombo y Sal Llargués argumentaron: "Me afecta al respecto una insondable duda que tiene por base esa familiaridad que el niño ya demostraba en lo que a la disposición de su sexualidad se refiriera. En todo caso y a esa corta edad, transitaba una precoz elección de esa sexualidad ante los complacientes ojos de quienes podían (y debían) auxiliarlo en ese proceso".