Viernes 22 de Noviembre de 2024

ECOLOGIA

9 de enero de 2019

Parque Historico-Minero de Muschaka, en Andalgalá, está Severamente Contaminado

Presentan concentraciones de cobre, zinc, arsénico, cadmio, plomo y estaño que exceden largamente los máximos
establecidos para suelos de uso residencial en la Ley Nacional de Residuos Peligrosos (Nº 24.051/93).

Dos geólogas y un geólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) comprobaron que los materiales que se encuentran en el playón de acopio de la antigua fundición de Muschaka, ubicada a 13 kilómetros de la ciudad de Andalgalá, en el distrito Choya, presentan concentraciones de cobre, zinc, arsénico, cadmio, plomo y estaño que exceden largamente los máximos establecidos para suelos de uso residencial en la Ley Nacional de Residuos Peligrosos (Nº 24.051/93). En efecto, de acuerdo a los análisis químicos de tres muestras de los materiales de acopio, realizados en el Laboratorio del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM), los materiales presentan concentraciones que exceden los valores máximos estipulados en la legislación argentina del orden de ~70 a 300 veces en el caso del cobre, ~3 a 6 veces para zinc, ~30 a ~200 veces para arsénico, 2 a 5 veces para cadmio, 20 a 25 veces para plomo y ~10 a 56 veces para estaño como puede verse en el gráfico adjunto.

Estos datos fueron presentados por la Dra. Margarita Do Campo, Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y los profesores de la UNPSJB Leonardo Ferro y María Fernanda Valenzuela en las IV Jornadas Nacionales de Ambiente, que se realizaron en octubre del año pasado en la ciudad de Tandil. Este estudio se realizó en el marco del proyecto ‘Agua y agricultura en el distrito Choya, Andalgalá, provincia de Catamarca: estudio hidrogeoquímico de aguas superficiales y planificación para el uso sustentable de los recursos hídricos’, financiado por el CONICET y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

¿A qué se debe la contaminación y a qué zona afecta?

En Muschaka se hacía la fundición primaria de los sulfuros portadores de cobre provenientes de Mina Capillitas, que es un yacimiento polimetálico epitermal que contiene, entre otros minerales, sulfuros de plomo, zinc y cobre. Allí se obtenían los denominados “ejes” que luego iban a un horno de refinación, conocido como Pilciao, ubicado en el distrito Huaco, donde se producían lingotes de cobre metálico del 96%. La fundición de Muschaka funcionó desde 1860 hasta 1910, aproximadamente (Delfino et al. 2014). Las instalaciones ocupan una superficie de alrededor de 2300 m2, consisten en un playón en el que se acopiaban las rocas molidas que se llevaban a los hornos, los hornos de fundición, e instalaciones conexas, que ocupan un alto topográfico del piedemonte de la Sierra de Aconquija. Aledaño al playón de acopio de materiales se observa una pared de escoria de 8 metros de altura y 400 m2 de superficie.

Los geólogos no solo analizaron los materiales del playón de acopio, también tomaron muestras tanto del nivel superficial del suelo como del ubicado entre 20 y 40 cm de profundidad, en dos puntos ubicados a 80 y 100 metros de la pared de escoria hacia el sur, para saber si la contaminación alcanzaba a la zona circundante. Los análisis químicos revelaron que en el punto ubicado a 80 de la planta el nivel superficial presenta concentraciones de cobre, zinc, arsénico y estaño que superan los niveles guía para suelos de uso residencial, mientras que el nivel sub superficial presenta menores concentraciones para esos cuatro elementos, aunque aun así para cobre, arsénico y estaño siguen siendo superiores a los valores guía antes mencionados. En cambio para los suelos ubicados a  100 m de la pared de escoria los análisis arrojaron concentraciones de metales inferiores a los niveles que fija la ley argentina, y similares a las de un suelo ubicado a 1,6 km de Muschaka que se tomó como referencia.

Los resultados obtenidos por estos científicos indican que los materiales finos que se encuentran en el playón de acopio de la antigua fundición de Muschaka constituyen un Pasivo Ambiental Minero cuyos contaminantes se han dispersado afectando el nivel superficial de los suelos ubicados a ~80 metros de la pared de escoria, y en el caso de algunos elementos también a los niveles sub superficiales. Además, en las instalaciones de la antigua fundición se percibe el olor a huevo podrido, que es característico del ácido sulfhídrico. El daño al ambiente también se evidencia por la escasa a nula vegetación en la zona aledaña a la fundición.

¿Qué es un Pasivo Ambiental Minero?

De acuerdo a la definición de la CEPAL (2008): “… “pasivo ambiental minero” hace referencia a los impactos ambientales generados por las operaciones mineras abandonadas con o sin dueño u operador identificables y en donde no se haya realizado un cierre de minas reglamentado y certificado por la autoridad correspondiente”.

Desde un punto de vista jurídico si existe daño ambiental, el pasivo ambiental debe ser remediado, aun cuando no ha sido generado en violación al régimen de responsabilidad ambiental vigente (Morales Lamberti, 2008). Los científicos alertan que de acuerdo a los niveles de contaminación comprobados, se debería realizar una remoción e inmovilización de los materiales finos del playón y de los suelos superficiales ubicados hacia el sureste que para que se pueda utilizar el ‘Parque histórico minero de Muschaka’ como atractivo turístico y con fines de recreación. Dado que la fundición de Muschaka quedó abandonada hace más de 100 años la responsabilidad de remediar el lugar es del estado.

Los científicos señalan que la dispersión de los contaminantes en solución no debería afectar al valle del río Choya porque Muschaka se ubica a ~ 4 km de al sudoeste del extremo sur del valle, mientras que el drenaje tiene una dirección predominante norte-sur. Es decir que los contaminantes podrían ser transportados en solución por los cursos de agua temporarios hacia el Salar de Pipanaco, que es el nivel de base local para la sedimentación (Banchig et al. 2009). En cambio, la dispersión de los materiales de acopio finos y suelos superficiales contaminados por acción del viento podría tener un alcance mayor.

 

Gráfico 1. Concentración (µg/g) de metales y metaloides en las muestras correspondientes a las pilas de acopio identificadas en la antigua fundición de Muschaka. Se incluyen los valores guía para suelos de uso residencial establecidos en la Ley de Residuos Peligrosos (LRP) y en la norma canadiense ISQG (LRP: valores Cu: 100 µg/g, Zn: 500 µg/g, As: 30 µg/g, Cd: 5 µg/g, Pb: 500 µg/g, Sn: 50 µg/g)

FUENTES CITADAS EN EL TEXTO

Auditoría General de la Nación, Argentina. 2016. Auditoría coordinada de pasivos ambientales. Comisión técnica especial de medio ambiente. Organización Latinoamericana y del Caribe de entidades fiscalizadoras superiores.

https://www.agn.gov.ar/files/informes/2016_193info.pdf

Banchig, A.L., Moreiras, S.M., Banchig, P.N. 2009. Eventos de avalanchas y represamientos reiterados de ocurrencia prehistórica en la cuenca del río Villavil, Sierra de Aconquija, Andalgalá, Catamarca. Revista de la Asociación Geológica Argentina 65: 805-814.

Do Campo, M., Valenzuela, M.F., Ferro, L., Duperrón, M. 2018. Caracterización geoquímica de residuos mineros y suelos de una antigua planta de fundición (ingenio Muschaka) ubicada en el distrito Choya, Andalgalá, Catamarca. II Jornadas Internacionales y IV Jornadas Nacionales de Ambiente, octubre 2018, Tandil, Argentina.

Morales Lamberti, A. 2008. Remediación de pasivos ambientales de la minería de uranio: Deuda ecológica y social. En: Estudios de derecho ambiental/ 1ª edición (Morales Lamberti, A. ed), Córdoba, Alveroni Ediciones, 312 pp.

 

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