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SOCIEDAD
18 de abril de 2018
Ser pansexual elimina todos los parámetros previstos por la sociedad para determinar las condiciones de género de las personas. En este artículo te contamos de qué trata esta condición.
A medida que las sociedades evolucionan aparecen nuevos conceptos en el vocabulario del común de la gente. Así es como, hace un par de años, el término pansexual tomó un lugar relevante. Si bien, fue utilizado en la psicología desde la época de Freud, el auge se dio con las declaraciones de Milley Cirus. Hay personalidades que marcan tendencia. Generalmente, que una levante la bandera basta para que cientos de personas se atrevan a sacar del armario sus verdaderas vidas.
Poco a poco diferentes culturas fueron admitiendo condiciones sexuales que distan de la convencional heterosexualidad. Como en todo lo que resulta diverso hubo reticencias y obstáculos, pero homosexuales y bisexuales fueron ganando su lugar en el mundo. Cuando parecía que todo estaba dicho, aparecieron los asexuales y ahora los pansexuales.
Suele ser difícil encontrar las definiciones exactas para cada una de ellas. De hecho, muchas veces las personas no pueden salir de las concepciones básicas. O simplemente las utilizan sin saber con claridad de qué están hablando. En realidad, si no están muy familiarizados o no tienen una persona cercana que les explique, pueden confundirse con facilidad.
En primer lugar, hay que ser precisos en decir que ser pansexual es una condición. Es decir, las personas no deciden por voluntad propia ser pansexuales. No es un hecho de moda a la cual puedan sumarse los jóvenes para mostrarse rebeldes. Es algo con lo que se nace, al igual que el resto de las condiciones sexuales.
La gran característica de un pansexual es que no identifica género o sexo. Sus sentimientos y la atracción sexual la tienen por las personas como tales. Pueden estas ser heterosexuales, transgéneros, mujeres, hombres… todo da igual. Lo que importa es el ser como tal. Tampoco los roles tienen importancia ni relación directa con el género. Ellos pueden cocinar como una mujer y salir a practicar deportes masculinos al instante.
De este modo pueden formar parejas de cualquier tipo. A veces estar con un hombre y otras con una mujer. Pero no los ven como tales, los aman como personas. Y mientras todos sean adultos no existen nada malo en ello. Si bien, todavía hay muchos que ven en esa condición un dejo de perversión. De seguro con los años esto también pasará y serán aceptados al igual que todos.
Como la mayoría de los grupos han elegido una bandera con colores específicos que los identifiquen. Es la que elevan para una lucha pacifista por ser aceptados como tales. Una manera de explicar a través del sentido de la vista lo que realmente son y cómo sienten.
En algunas ocasiones resulta más sencillo explicar con estímulos visuales que con palabras. Y la elección que han hecho para crear su insignia es verdaderamente muy específica y universal. Pues personas pansexuales viven en todos los países del mundo. Aunque en algunos de ellos todavía se mantengan escondidos en la ignorancia cultural.
Son tres colores muy fáciles de recordar. Rosa, en honor al sexo femenino. Amarillo para señalar lo andrógino. Y azul para resaltar el aspecto masculino. No pueden surgir muchas dudas si cualquier persona se detiene solo unos minutos para analizar y entender.
Es necesario e importante confirmar que un ser pansexual no padece de parafilia. Sucede a menudo que quienes tienen una mente más cerrada buscan etiquetarlos como enfermos sexuales. Pero lo cierto es que no tienen absolutamente ninguna relación esta condición con un pedófilo, por ejemplo.
Es simplemente una expresión de amor más amplia y liberal que las ya conocidas. Pueden ver más allá de la identidad sexual del compañero. Y necesitan ser queridos como algo más que hombres o mujeres. Podría decirse que el género para ellos significa lo mismo que la profesión. Nadie se enamora solo de abogados o médicos, se enamoran de las personas.