Sábado 23 de Noviembre de 2024

JUDICIALES

8 de febrero de 2018

"Había deterioro en el sistema ferroviario"

Florencio Randazzo declaró en el juicio a Julio De Vido y afirmó que no puede decir si "fallaron los controles en la gestión anterior". 

Aunque sostuvo que durante medio siglo hubo "un deterioro importante" en el sistema ferroviario argentino, el ex ministro del Interior y Transporte  Florencio Randazzo aclaró este martes que él no podía decir si "fallaron los controles en la gestión anterior" a la suya, cuando el área estaba en la órbita del Ministerio de Planificación Federal que encabezaba Julio De Vido.

Al declarar como testigo durante más de dos horas y media ante el Tribunal Oral Federal 4 que juzga a De Vido por la tragedia del tren de Once, del 22 de febrero de 2012, Randazzo afirmó que con el ex funcionario detenido "tuve poca relación durante los ocho años que compartimos gabinete, pero de mi parte fue buena".

"Yo no puedo decir que fallaron los controles en la gestión anterior", sostuvo, pero justificó el fin del contrato de concesión del Sarmiento resuelto por él cuando aludió a la inexistencia de "inversión fuerte", aunque dijo que eso había ocurrido en los "últimos 50 años". A lo largo de su declaración, Randazzo además criticó a las empresas concesionarias.

"Recuerdo la bronca mía, el Estado pone la plata y la empresa pide mayores costos. A mí me dio mucha bronca", indicó. El ex titular de la cartera de Interior fue quien se hizo cargo del sistema ferroviario en el kirchnerismo, luego del choque que causó 52 muertos en la estación de trenes de Once.

Por ello fue citado como testigo en el juicio a De Vido y al ex funcionario Gustavo Simeonoff, que se reanudó este miércoles luego de la feria judicial de enero. De Vido no asistió a la audiencia y permaneció en la cárcel de Marcos Paz, donde está preso por otras dos causas de corrupción: las relacionadas con el Yacimiento Carbonífero Río Turbio y la compra de buques con gas licuado.

Randazzo aludió a un "deterioro importante" del sistema ferroviario cuando asumió el cargo con "serias deficiencias en la infraestructura y el material rodante del Sarmiento. No había ninguna posibilidad que no fuera la de rescindir el contrato. Tomé la decisión que correspondía y con la estructural legal vigente en ese momento".

Además recordó la resistencia gremial que enfrentó para algunas reformas, como la colocación de cámaras en la cabina del motorman en cada tren y destacó que pese a ello se concretó al igual que el cambio en la forma en que se hacía el control psicofísico a los maquinistas.

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