Por Luis Autalán

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En la tónica futbolera, la CGT como el resto del arco sindical y de centrales, privilegian una estrategia que sin calificar se trasluce en tres palaras: “perder por poco”. No hay lugar para sutilezas si de economía se habla, el modelo está a la vista.

El Estado decidió abonar parte del caudal de indemnizaciones que genera la apertura de importaciones. Con foco, sin metáfora, en la provincia de Tierra del Fuego. La UOM estima 15.000 puestos de trabajo que desaparecerán de ese territorio.

A ellos, el gobierno les pagaría una parte de las indemnizaciones que deberían abonar las empresas de ensamblado. A otros, les pagará los primeros seis sueldos de sus nuevos trabajos, si consiguen, como forma de “incentivar” sus contrataciones.

Lo reseñó en su edición de ayer el diario Ambito Financiero, la nota del colega Mariano Martín, fue el prolegómeno del encontronazo que en la víspera tuvo un hombre de la UOM y la CGT, Francisco “Barba” Gutiérrez, con funcionarios del gabinete nacional en la sede de UPCN. Por el mismo caudal que reseñó Antonio Caló en el congreso metalúrgico de Mar del Plata.

Caló alguna vez le puntualizó a este diario “cuando asoman los containers en nuestros puertos, sabemos que hay compañeros que van a penar”.

No se trata de un invento nacional la dinámica del comercio exterior, es parte de la cultura global de estos días, donde la paradoja se cifra en que el electo presidente de los EE.UU, Donald Trump, basó su campaña en cerrar fronteras para defender y tratar de reinstalar el sueño americano, que los trabajodores, algunos de ellos, tengan existencia VIP.

La Corriente Federal (CFT) que lideran Sergio Palazzo, Héctor Amichetti y Horacio Ghilini, repasan la proyección de despidos y lo que vendrá, el “Programa Nacional de Transformación Productiva”, no es la terapia de sanación, sino un analgésico, confiesan muchos dirigentes sindicales, incluso los menos afectados por las ventajas para la importación y la consiguiente desprotección a las pymes, que sostienen gran parte de la actividad del empleo en el país.

El denominado Repro Vip (en alusión al Programa de Recuperación Productiva), va por el cauce de las políticas que el gobierno espera, preocupado por la victoria de Trump, fluyan constantes para un derrame de la riqueza todavía sin miras en el horizonte.