Sábado 23 de Noviembre de 2024

ECOLOGIA

21 de septiembre de 2016

San Luis producirá más de 100 mil ejemplares de un árbol que contribuye a combatir el cambio climático

El gobierno de la provincia, a través del Programa Forestal y Frutihortícola, trabaja en la producción de una especie que es capaz de absorber hasta 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otra del mundo.

El gobierno de la provincia de San Luis, a través del Programa Forestal y Frutihortícola, trabaja en la producción del árbol que es capaz de absorber hasta 10 veces más dióxido de carbono, que cualquier otra planta del mundo.

Se trata de plantas de paulownias de las que un 30% se encuentra en etapa de germinación, otro 60% trasplantado a tubetes individuales y el resto en macetas, informó en diálogo con Télam el jefe del programa, Pablo Pensotti.

Las plantas serán destinadas a la forestación de diferentes puntos de la provincia aporta un serie de beneficios para los suelos áridos o faltos de nutrientes que la convierten en una especie ideal para su uso en actividades silvo-pastoriles.

Pensotti afirmó que en San Luis se comenzó con el cultivo experimental a partir de semillas traídas de la provincia de Misiones "que son totalmente naturales y no estuvieron expuestas a ningún proceso de laboratorio".

"Llevamos adelante –aclaró- el proceso de rusificación de la planta atendiendo a nuestro clima que difiere bastante del clima misionero, sin someterla a condiciones artificiales de ningún tipo y hoy nos encontramos en la tercera etapa de su producción".

"Creemos –adelantó- que la optima repuesta de los ejemplares nos permitirá en un mes, realizar pruebas de campo en diferentes terrenos de la provincia en los que consideramos que es necesaria como por ejemplo la Cuenca del Morro y los límites desérticos de San Luis".

"La planta –explicó el funcionario- que es propicia para la producción de madera, beneficiará además con sus flores a los productores de miel y sus hojas ricas en proteínas, al caer de la planta fertilizan con sus nutrientes los suelos áridos y sus raíces previenen la erosión".

"Su desarrollo es muy bueno y sano, hay algunas de 10 centímetros de alto, con diámetros de hoja de 6 centímetros, diariamente, unas 300 plantas pasan a formar parte de esta etapa y un mes se destinará un buen número de ejemplares a la forestación en campo", afirmó.

El árbol originario de China, puede tener hasta 27 metros de altura, posee grandes hojas y llamativas flores de color violeta y se lo popularizó como el más fuerte del mundo, porque una de sus cualidades principales es la capacidad de resistencia a agresiones extremas, como el fuego, ya que puede regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida, incluso en terrenos casi estériles.

La planta absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otra planta del mundo, por lo que genera una emisión de grandes cantidades de oxígeno, lo que lo convierte en un aliado ideal para la lucha contra el cambio climático.

A través de una prueba piloto, el Gobierno provincial, evalúa su desarrollo como "el mejor aliado natural para la lucha contra el cambio climático y la desertificación", apuntó Pensotti.

El proyecto forestal de vanguardia, pretende convertirse además en un vivero productor para el país ya que entre sus múltiples beneficios para combatir el cambio climático, puede resultar promotora del crecimiento industrial y embellecer aún más los espacios naturales.

Actualmente, esta especie sólo se comercializa en el Norte argentino y la ubicación estratégica de San Luis supone un importante centro de distribución hacia el resto de las provincias de un ejemplar que los expertos consideran como la especie que podría salvar al mundo.

El "Kiri" o Paulownia, "puede alcanzar sólo en un año hasta 5 metros de altura y se lo popularizó como el árbol más fuerte del mundo, debido a que una de sus cualidades principales es la capacidad de resistencia a agresiones extremas, toma mucha agua en su proceso de crecimiento y luego casi no la necesita", especificó el especialista.

La Paulownia es utilizada también para la recuperación de suelos contaminados, logrando revertir la situación de la tierra y dejándola apta para el crecimiento de especies vegetales y en caso de que el crecimiento no haya sido del todo satisfactorio por alguna razón como ataques de plagas, malas técnicas culturales o accidentes, basta con cortar de nuevo la planta a ras de tierra a principios de primavera.

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