El tango ya tiene campeón mundial en la categoría Pista. Como cada año, Fernando Bravo, el maestro de ceremonias de la gran noche del Luna Park, anunció que que Cristina Palomo y Melisa Sacchi, de Banfield, en el GBA, se convirtieron en los nuevos monarcas en la competencia que premia al estilo que se baila en las milongas. Se coronaron entre 36 parejas de países como Venezuela, Colombia, Corea, Holanda, Rusia e Italia.

Cristian no podía parar de llorar. Se abrazaba con Melisa, que se contagió y lo abrazó. Después dejaron los premios, que les entregaron el ministro de Cultura porteño, Angel Mahler, y Julio Balmaceda, presidente del jurado. Y otra vez ganaron la pista, para hacer el baile ya campeones. Para que su hinchada, que era mucha, reventara en una ovación. A los dos se les dio este año, tras haber sido segundos el año pasado.  “Es un premio al sacrificio”, dijeron. Contaron que, aunque ahora ellos tienen trabajo, no hay muchos lugares. Y recordaron que bailaron en la calle, con lluvia y con frío.

Subcampeones salieron Carlos Estigarribia y María Laura Sastría (Ciudad de Buenos Aires) Terceros fueron Lucas Gauto y Dana Zampieri, que habían logrado el primer puesto en Milongueros del Mundo, del Campeoanto de Baile de la Ciudad 2016. En el cuarto puesto hubo empate entre dos binomios fueguinos, los de Emanuel Ledesma y Carolina Couto (Ushuaia), y Daniel Boujon y Agustina Piaggio (Río Grande). El quinto lugar fue para Douglas Risso y Jennifer Orjuela, de Colombia.

Como siempre repleto, el Luna vibró durante las cuatro rondas de baile y con los shows. El del cuarteto de Esteban Morgado y María Graña, que sirvió de atracción mientras el jurado elegía a los ganadores, provocó ovaciones con la rubia cantando "Nada" y una brillante interpretación de Libertango, de Astor Piazzolla.

Quizá más que en otras ediciones, este fue el Mundial de los extranjeros: hubo 160 parejas de 45 países. Llegaron parejas desde Bélgica, Filipinas, Indonesia, Líbano, Rumania, Taiwan y Uzbekistán, entre otros países que antes no participaban. 

Entre el público, el fervor fue el de siempre. Se notó hace diez días, cuando hubo tres cuadras de cola para agotar en 3 horas las 12.000 entradas disponibles. Y se vivió en las plateas, con los aplausos, los gritos y las ovaciones. "En las rondas se vieron interesantes quiebres de tobillos, también se destaca la posición de las manos de las mujeres y los vestuarios, que a diferencia de otros años, son más modernos. Eso está bien, porque es parte de la renovación del tango, una música que, si no se renueva, se muere", opinó Emilse Ramos, de Palermo. 

Había muchos amigos y familiares alentando a los participantes, pero también vecinos y milongueros de alma. Los que cada fin de semana participan de los bailes que se organizan en clubes y salones de barrio. ¿Cómo perderse el evento que congrega a los más afamados bailarines? 

"Es nuestro quinto Mundial. Mis hijos preguntan si no estamos aburridos de ver siempre lo mismo. ¿Siempre lo mismo? Nunca es lo mismo. Es como el Mundial de fútbol para los futboleros", comparó Coquito Sánchez. Es vecino de Avellaneda y llegó al Luna con su mujer y una pareja de amigos. Los cuatro, fanáticos milongueros. Ya encontraron un "sistema" para repartirse el esfuerzo de hacer la cola para conseguir las entradas: "Postas. Tenemos un grupo en el whatsapp, vamos hablando por el chat y según como viene la cola, nos vamos reemplazando", cuenta Coquito. Por lejos, la final del Tango Pista es la preferida por todos.

"El sistema de puntuación es el mismo para las dos finales (hoy, a las 19, será la de la categoría Escenario, la más acrobática). Los jurados otorgan, en promedio, un puntaje de entre 7 y 10. Es raro que las parejas que llegan a la final saquen menos de siete, tiene que haber sucedido algún accidente o un error muy grosero", explicó Pancho Martínez Pey, coordinador de baile del Mundial. La suerte de las parejas se define en los decimales, son los que hacen la diferencia. "Ayer los jurados vieron a 40 parejas, cada decimal cuenta", apuntó Martínez Pey. Los encargados de elegir a los ganadores fueron Gabriel Misse, Julio Balmaceda, Sergio Cortazzo, Jorge Firpo, Aurora Lubiz, Alejandra Armenti y Moira Castellano; todos vinculados al tango, como bailarines y maestros.