El presidente de la AFA se reunió con Hugo Moyano. Después, con Daniel Angelici y Claudio Tapia. En ambos cónclaves se gestó una "fumata blanca", un acuerdo de gobernabilidad que deberá ser refrendado hoy. El pacto incluye bajar los decibeles en ambos lados de la grieta en la AFA. Si no hay chispazos, avanzar rumbo a un acuerdo con el gobierno por los derechos de la TV. El moyanismo se comprometió a aportar sus votos para que la Superliga salga "por consenso" y "dentro de la AFA". Los clubes grandes, en principio, no se opondrían a que las elecciones se realicen cuanto antes.

Los 31 integrantes del Comité Ejecutivo que sesionaron en el edificio de la calle Viamonte se enteraron del nuevo tablero. Además de convalidar las renuncias de Matías Lammens (tesorero), Daniel Angelici (secretario general), Rodolfo D'Onofrio (vicepresidente primero) y Marcelo Tinelli (vicepresidente tercero), el presidente Segura habló sobre los pasos a seguir. Y decidió la formación de una comisión para destrabar la Superliga: la integrarán Tapia, Moyano y como "asesor económico" estará Eduardo Spinosa (presidente de Banfield). Estos tres directivos se juntarán hoy con la otra parte, representada por Pascual Caiella(Estudiantes de La Plata), D'Onofrio y, probablemente, Raúl Gámez (Vélez). El cónclave comenzará a las 16 en la sede de la AFA y tendrá un tema principal: que sea la Superliga la que administre sus recursos.

Dos horas más tarde, Segura y otros directivos de la AFA recibirán a una delegación de la empresa estadounidense Turner. Será la segunda vez que los empresarios se reúnan con la cúpula del fútbol argentino con un objetivo claro: avanzar hacia la obtención de los derechos de televisión. Si el gigante del entretenimiento quiere quedarse con ese negocio ahora, deberá negociar también con el Gobierno, que tiene los derechos hasta 2019 y acaba de lanzar una licitación internacional para los interesados en explotarlos durante los próximos 12 meses.

"Vamos a reunirnos mañana (por hoy) para tratar de avanzar en los puntos en común. Le tengo mucha confianza al entendimiento y recién volveré a Estados Unidos cuando esta situación esté encaminada", dijo Tapia a la salida de la reunión de comité ejecutivo. El presidente de Barracas Central agregó: "Fue reunirnos 45 minutos con Angelici y poner las cosas en claro para tratar de llegar a un acuerdo para que la Superliga se haga con el aval de la AFA y podamos elegir además a las nuevas autoridades en elecciones". Con respecto a los comicios, Tapia se sumará hoy a su suegro, Moyano, quien ayer presentó un recurso de amparo para dejar sin efecto la medida de la Inspección General de Justicia que postergó por 90 días hábiles los comicios previstos para el 30 de junio. Moyano y su yerno no serán los únicos: está previsto que otros seis asambleístas realicen presentaciones similares.

Ayer quedó claro que Moyano y Tapia apoyan a Segura para que termine su mandato el 30 de junio. Al día siguiente, el histórico dirigente de Argentinos Juniors estará en su casa y no volverá a pisar el despacho presidencial de la AFA. Mientras tanto, deberá ocuparse de reemplazar a los tres dirigentes que dejaron sus puestos. En la tesorería estará Hugo Moyano, quien desde comienzos de semana tiene despacho propio en el edificio de la calle Viamonte: la oficina que le perteneció al histórico gerente de finanzas de la AFA, Rubén Raposo. Tapia quedaría como vicepresidente primero, mientras que para la segunda vicepresidencia se baraja el nombre de Alfredo Dagna (presidente de Olimpo y virtual jefe de campaña de Moyano y Tapia). Para la secretaría general es una opción Daniel Onofri, máximo dirigente de Gimnasia y Esgrima La Plata.

Un par de horas antes de que el comité ejecutivo sesionara, varios de los equipos que promueven la creación de la Superliga se juntaron en el hotel Panamericano, que supo ser el lobby de Marcelo Tinelli cuando todavía era candidato a presidente de la AFA. Allí, Estudiantes, Boca, Huracán, Banfield, Unión y San Lorenzo comenzaron a discutir el reparto de los recursos que pueda generar la Superliga. En la cabeza de los dirigentes aparece un número: $2300 millones. Se trata de la cifra que podría pagar el gobierno de Mauricio Macri entre agosto de este año y junio del próximo por los derechos de TV. A ese número deberán engrosarlo con otros negocios, como la venta de nuevos sponsors o la comercialización de la publicidad estática. De todo eso deberá encargarse el futuro CEO de la nueva Superliga: una nueva primera división que desde ayer parece un poco más cerca de concretarse.