Sabado
23 de Noviembre de 2024
2 de abril de 2016
Solari, Auzqui y Damonte, los goleadores de una noche llena de emociones... Y mucha agua
Estudiantes casi le embarran la cancha, pero la audacia de sus jugadores y la mayor jerarquía individual le permitieron ganarle 3-1 a Temperley, para llegar a lo más alto de la tabla en la zona 2 junto a Lanús (juega el lunes en Santa Fe) y Atlético Tucumán, que anoche ganó y al que enfrentará la próxima fecha.
No le cayó para nada bien al Pincha jugar el partido en un escenario con tanta agua, sobre todo en el centro, que hizo imposible la salida desde el fondo y el traslado con su pareja de volantes centrales. Por eso abundaron los pelotazos y la fricción, materias en las que el equipo de Nelson Vivas aprobó como antes en otras más vistosas. Por eso, aun así en ese contexto que favoreció al local, Estudiantes fue superior, aprovechó sus oportunidades y defendió con uñas y dientes un triunfo para soñar despierto.
El primer tiempo fue de ida y vuelta. No dio respiro, tal vez no por el nivel futbolístico, sino por la intensidad que propusieron los 22 protagonistas. Mejor dicho, por casi todos los presentes en la cancha.
Cuando recién había pasado un minuto Jonatan Schunke metió un pelotazo frontal de área a área. Calculó mal Emiliano Sapetti y entonces Augusto Solari, que no dio por perdida la pelota, le pegó antes de que toque por segunda vez el suelo para romperle el arco a Federico Crivelli y, además de abrir el marcador, anotar el segundo gol más rápido en lo que va del campeonato, después del de Betacour, de Boca, a los 35 segundos contra Newell’s.
Pero en ese vértigo, adornado por la intensa lluvia que castigó toda la noche, en la siguiente jugada el local empató el partido. Falló la defensa, la pelota fue cabeceada en forma de anticipo para que Martín Pérez Guedes apareciese -sin marca- por el centro y marcase el gol. En 2 minutos, el partido marcaba un impensado 1-1.
No se terminaron las emociones, más allá de que no hubo goles. Porque a los pelotazos y con más fuerza que fútbol, los dos equipos buscaron el arco rival. Estudiantes llegó un par de veces por la banda izquierda con Carlos Auzqui, que generó mucho. A tal punto que de una infracción recibida llegó el tiro libre de Juan Cavallaro que salvó el arquero.
Pero el local también tuvo lo suyo. Aprovechándose del estado de la cancha, sus delanteros sacaron ventajas de algunas desatenciones defensivas. Pero Mariano Andújar, tres veces, demostró que es un arquero con nivel internacional.
La parte final mantuvo esa intensidad, pero rápidamente Temperley se fue quedando sin ideas y de contra el Pincha no perdonó. Primero lo tuvo Lucas Viatri desde afuera del área, pero la pelota se estrelló en el travesaño. A la jugada siguiente Carlos Auzqui se convirtió en héroe: la robó Lucas Diarte en la mitad de cancha, tocó para el goleador, que la abrió a la derecha, desde donde Solari desbordó, tiró el centro y de cabeza el pibe de Longchamps decretó el 2-1.
Estudiantes luego se retrasó, pero con pelota y campo el local no supo cómo llegar al gol. Sólo tuvo una chance muy clara, cuando por izquierda Brandán le ganó la espalda a Diarte (la pasó mal durante 10 minutos), remató fuerte y el medio, para hacer más espectacular el rechazo de Andújar.
En los minutos finales, y mientras bajaba el reclamo desde la tribuna local, el equipo de Nelson Vivas apretó el acelerador. Primero Crivelli le sacó el gol a Elías Umeres, pero en la jugada siguiente Israel Damonte encontró un rebote dentro del área para anotar el 3-1 definitivo.
Ganó Estudiantes y no se puede discutir. Anoche no tuvo brillo ni juego colectivo. Lo hizo con fibra, oportunismo y jerarquía. En medio del barro, se quedó con tres puntos para pasar un fin de semana como puntero del torneo para seguir soñando.