Sábado 23 de Noviembre de 2024

ECOLOGIA

25 de marzo de 2016

Dos agencias de la ONU planifican una cumbre sobre ambiente humano y urbanismo

EL PROGRAMA DE LA ONU PARA LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS (HÁBITAT) Y LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) PREPARAN UNA CONFERENCIA MUNDIAL QUE TENDRÁ LUGAR EN LA CIUDAD DE QUITO (ECUADOR) DEL 17 AL 20 DE OCTUBRE DE 2016, EN LO QUE SERÁ LA TERCERA EDICIÓN DE UNA REUNIÓN CUMBRE QUE SE EFECTÚA CADA DOS DÉCADAS, Y CUYOS ENCUENTROS ANTERIORES SE EFECTUARON EN VANCOUVER (1976) Y ESTAMBUL (1996).

Hábitat III, tal su denominación, será sobre vivienda y desarrollo urbano sustentable y tiene como meta la redacción de una “nueva agenda urbana” y la puesta en foco de asuntos como ciudades seguras, desarrollo e infraestructura, salud pública, diseño y equidad.

En un planeta donde sigue creciendo el número de personas que viven en zonas urbanas, los urbanistas convocados prevén que en muchos lugares las ciudades se fusionarán para crear asentamientos urbanos a una escala nunca vista antes.

Estas nuevas configuraciones tomarán la forma de megarregiones, corredores urbanos y ciudades-región, creando nuevas jerarquías urbanas y paisajísticas con proyecciones estructurales impensadas.

Por primera vez en la historia de la humanidad, la mayor parte de la población mundial vive en zonas urbanas, y tal proporción sigue creciendo porque en las ciudades se concentran las oportunidades, los empleos y los servicios, aunque también riesgos y peligros para la salud.

Se calcula, por ejemplo, que la mega región de Japón compuesta por Tokio, Nagoya, Kioto y Kobe tendrá -en breve- una población de 60 millones de habitantes.

Igualmente, la ciudad-región de Bangkok, Tailandia, se extenderá otros 200 kilómetros a partir de su centro y su población superará notablemente la cifra actual de 17 millones de habitantes.

A grandes rasgos, hoy las ciudades ocupan aproximadamente el 2% de la superficie terrestre, generan el 70% de la economía, consumen el 60% de la energía, emiten el 70% de los gases de recalentamiento y el 70% de la basura.

En este marco, el Informe Anual de ONU-HÁBITAT destaca que hay mil millones de individuos que sobreviven en habitáculos de emergencia, con crudas experiencias de hambre y enfermedad.

Anna Tibaijuka, directora ejecutiva de esta agencia, sostiene que “tenemos evidencias concretas de que en una ciudad existen dos ciudades: una parte con todos los beneficios de la vida urbana, y otra sección de tugurios atiborrados de pobres”.

Y añade que “es hora de que las agencias de asistencia y los gobiernos nacionales reconozcan los padecimientos urbanos y asignen recursos específicos para mejorar las condiciones de vida en los asentamientos precarios”.

Los primeros borradores de la Nueva Agenda Urbana que promueve la ONU, enfatizan el poder transformador de la urbanización, dado que a través de la historia moderna ha sido promotora del desarrollo y la reducción de la pobreza.

Será preciso considerar que a mediados del siglo actual cuatro de cada cinco personas estará viviendo en contextos urbanos, donde la urbanización y el desarrollo están estrechamente ligados: sin duda exigirán garantizar la sustentabilidad del crecimiento.

Ante tales desafíos, la implementación de una Nueva Agenda Urbana planteas tres niveles de desafío creativo: 1) medidas y regulaciones urbanas, 2) planificación y diseño metropolitano, y 3) financiación municipal.

Todo ello inserto en políticas nacionales de base urbanística, estableciendo conexiones entre las dinámicas propias del fenómeno urbanístico y el proceso general de desarrollo nacional.

Según la documentación que ha circulado durante las reuniones preparatorias de Hábitat III, la veloz multiplicación del número de personas que viven en ciudades será uno de los problemas sanitarios más importantes a escala mundial durante el siglo XXI.

Las estadísticas internacionales sostienen que el crecimiento urbano ha sobrepasado la capacidad de los gobiernos para construir infraestructuras esenciales, y uno de cada tres pobladores urbanos vive en barrios marginales o asentamientos informales.

En numerosas ciudades del mundo, los factores determinantes de la salud se han combinado para crear una triple amenaza de enfermedades y afecciones urbanas de la integridad personal.

Componen esta triple amenaza:

a) enfermedades infecciosas como el HIV, tuberculosis, neumonía, infecciones diarreicas, dengue o zika,
b) enfermedades y afecciones no trasmisibles, como los males cardíacos, cáncer y diabetes, y
c) los traumatismos (incluso los causados por accidentes de tráfico) y la violencia.

La OMS resalta que en muchas ciudades abundan los males infecciosos debido a la densidad poblacional, el hacinamiento, la escasez de agua potable y de sistemas cloacales, los viajes y el comercio internacional, y los servicios precarios de atención primaria.

Los nexos con los desafíos emanados del cambio climático son destacados por los especialistas, que los encuadran dentro de siete grandes planos de la realidad cotidiana, muchos de ellos ampliamente verificables.

A saber: días y noches estivales más calientes y frecuentes en la mayoría de las zonas terrestres, y a la vez menos días y noches de frío en muchas partes del mundo.

Aumento de la frecuencia de períodos más calurosos u olas de calor, o ambos, en la mayoría de las zonas terrestres, y asimismo aumento de la frecuencia de eventos de precitación intensa en la mayoría de las zonas.

Aumento de las zonas afectadas por sequías, incremento de la actividad ciclónica tropical intensa en algunas partes del globo y, además, aumento de la incidencia de niveles marinos extremadamente altos en otras partes del mundo.

Se trata de cambios que afectarán el suministro de agua, la infraestructura física, el transporte, los bienes y servicios de los ecosistemas, el abastecimiento de energía, y la producción industrial y alimentaria, con netos impactos en la radicación poblacional.
 

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