Manuel Romero Victorica, abogado de las hijas de Alberto Nisman, aseguró hoy que para su equipo “hay pruebas más que suficientes” de que la muerte del fiscal, de la que se cumple un año, se trató de un crimen. 

Además, afirmó que en la causa “todavía hay mucha gente que tiene que dar explicaciones”, y aseguró que el ex secretario de Seguridad Sergio Berni “también va a tener que declarar”.

Romero Victorica explicó que hay tres pruebas “contundentes” que indican que demuestran que Nisman no se suicidó, empezando por el hecho de que no se encontraron en sus manos rastros de pólvora.

“Está acreditado por pruebas de rigor científico que en las manos de Nisman se hicieron dos peritajes, y no quedaron residuos de disparo de arma de fuego. El arma que se secuestra en el baño se perita, se hacen tres pruebas, y esa arma deja residuos de disparos. Eso significa que Nisman no disparó”, sostuvo.

Además, mencionó que “hay un hecho que no se puede escindir del contexto”, y recordó que el fiscal “había hecho una denuncia gravísima donde imputa por encubrimiento a quien era la presidenta de la Nación”, Cristina Fernández.

Durante el reportaje radial, Romero Victorica dijo que en el departamento de Nisman “se quiso presentar una foto de suicidio” y que la fiscal Viviana Fein “compró esa versión”. El letrado apuntó contra el experto en informática Diego Lagomarsino, quien le prestó a Nisman el arma de donde salió el disparo que terminó con su vida. “La versión de Lagomarsino es inverosímil”, sostuvo.

Y recordó que Osvaldo Raffo, el forense contratado por la querella, sostuvo que al menos dos personas participaron del supuesto homicidio. “Alguien les abrió la puerta. No pareciera que fue el fiscal [Nisman]“, adivrtió.

“[Los asesinos] Se van por donde entraron, que es la puerta de servicio. No hay ningún registro porque son tantas las irregularidades que hay antes y después”, agregó.