Hasta ahora, el promedio más alto de muertes en un año se registró en 2013, cuando había un deceso cada 3 días y medio, en el año más luctuoso de la historia vial catamarqueña. Si bien estos dos últimos años esa cifra descendió poco más de una decena, al ampliar el espectro a los últimos cinco años se toma dimensión del flagelo creciente.

En total, mientras que en 2010 hubo 66 muertes, en 2011 ya se registraron 80 y para 2012 hubo un leve incremento hasta las 82. Los números escalaron a 106 en 2013 y el año 2014 se morigeraron a 93, pero 2015 cerró en alza, con 95 decesos.

El triste podio de los departamentos catamarqueños con mayor cantidad de fatalidades está nuevamente encabezado por San Fernando del Valle, donde murieron 27 personas. Le sigue Valle Viejo, con 13 y luego el departamento La Paz, donde se apagaron 13 vidas. Desde aquí se puede inferir que la mayor densidad demográfica influye, pero también la presencia de caminos peligrosos como la ruta nacional 157.

Del total de víctimas, los jóvenes de 18 a 35 años fueron los más afectados por el flagelo. El relevamiento realizado por El Esquiú.com da cuenta de que un 43 por ciento estaban en esta franja etaria. Le siguen los adultos de entre 51 y 80 años, con un 25 por ciento y las personas de entre 36 y 50 registraron un 17 por ciento. 12 de las muertes fueron de bebés, niños y adolescentes de hasta 17 años (no se pudieron obtener las edades de tres de los fallecidos). Del análisis de estos datos se puede inferir que son los jóvenes quienes manejan de forma 
más “aventurada” y muchas veces incumpliendo las normativas de tránsito en desmedro de la propia seguridad.

Las 16 muertes ocurridas en diciembre lo convirtieron no sólo en la peor época de este año, sino en el mes más luctuoso desde al menos 2008 (los datos disponibles inician en aquella fecha). El análisis de los últimos años señala que diciembre y enero son los meses con mayor cantidad de hechos trágicos.

En cuanto a los vehículos con más riesgos a la hora de conducir, como siempre las motocicletas van a la cabeza: el 44 por ciento de hechos tuvieron involucrados a estos rodados.
Otro dato a tener en cuenta, que ya fue vertido en un informe anterior, es que el 61 por ciento de los siniestros fatales ocurrieron en rutas provinciales y nacionales, dejando el porcentaje restante a las calles y avenidas.

En 2015, la Ruta Nacional Nº 60 se cobró 10 vidas y la Ruta Nacional Nº 157, donde se encuentra la tristemente célebre “curva de la muerte” registró 5 decesos. El tramo de Ruta 38 donde se encuentra la Circunvalación Néstor Kirchner tuvo un año para el olvido, ya que 6 personas murieron por accidentes en ese lugar.

Por último, tal vez el dato más triste. De todos estos siniestros que dejan familias rotas para el resto del camino, la abrumadora mayoría ocurrieron por errores o imprudencias de los propios conductores, faltas de cascos reglamentarios, alta velocidad y la influencia de alcohol y drogas.