Sábado 23 de Noviembre de 2024

POLICIALES

2 de diciembre de 2015

Le colocaron un marcapasos al revés y ahora deberán pagarle 300 mil pesos

Tiene 84 años y ese error pudo costarle la vida. Fueron condenados un cirujano, una clínica de Rawson y dos aseguradoras.

Un cirujano, una clínica de Rawson y dos empresas aseguradoras deberán pagarle más de 300 mil pesos a un paciente que recibió un marcapasos pero se lo conectaron al revés. Este error pudo acabar con su vida. Lo resarcirán por daño moral y psicológico. Su inédita demanda la auspició el letrado Rodrigo Lassaga y la Cámara de Apelaciones de Trelew le hizo lugar.

El afectado tiene 84 años. Hace cuatro, por orden de su médico de cabecera, se sometió a la colocación de un marcapasos de última generación para atenuar los efectos de su enfermedad cardíaca. En febrero de 2010 ingresó al quirófano de una clínica capitalina. Lo operó un especialista en cirugía cardiovascular.

Tras unas horas el médico salió del quirófano y dijo a los familiares que había sido un éxito. Quedó dos días internado en la Unidad de Terapia Intensiva. El paciente les decía a sus familiares que sentía mucho dolor, que había “sentido” toda la cirugía y que había sido terrible, como si le clavaran algo.

De alta

Fue dado de alta y en el primer control, el cirujano constató el buen funcionamiento del aparato. Pero 10 días después el paciente se sintió sin aire y con edemas en los pies. Su médico de cabecera le detectó un cuadro de insuficiencia cardíaca y arritmia: los catéteres del marcapasos se habían conectado al revés en el generador: el auricular en la terminal ventricular y viceversa. El facultativo reprogramó el aparato transitoriamente, de modo que no le hiciera daño hasta una solución definitiva.

El anciano consultó con el cirujano que lo había operado, quien negó el problema.

En marzo de 2010, el hombre sufrió una descompostura peor: no respiraba bien y tenía una arritmia grave. El cirujano de la operación atribuyó esos síntomas a la edad del paciente y no a la mala colocación del marcapasos. Pero el médico de cabecera constató que de nuevo era la misma insuficiencia cardíaca originalmente diagnosticada. Corría peligro su vida.

Volvió a reprogramar el marcapasos para estabilizar a su paciente y decidió operarlo por segunda vez pero en una clínica de Trelew para apagar el aparato y conectar bien los cables.

Secuelas psíquicas

En su demanda, el paciente se quejó de que tener que someterse a una nueva cirugía de corrección le generó secuelas psíquicas.

Y según el testimonio de su médico, “para que el sistema funcione correctamente se necesita que los cables estén correctamente implantados y adecuadamente conectados, esto es, que el cable que está implantado en la aurícula esté conectado en la conexión auricular del generador del marcapasos y que el cable en el ventrículo esté conectado en la conexión ventricular”.

“El paciente tenía invertida la conexión de los cables, lo que hacía imposible que la programación le brindara beneficios”, dice el testimonio.

El marcapasos mal conectado no solo no le corregía el problema sino que le generaba fibrilación e insuficiencia cardíaca. “Era imposible resolver de manera correcta y definitiva el problema sin invertir la conexión de los cables del marcapasos para que estuvieran correctamente colocados”, declaró su médico personal. Había que operar.

Según las pericias, la repetición de operaciones generó depresión en el hombre. “Sufrió una merma en los rendimientos afectivos, y volitivos, y en los rendimientos de sus hábitos cotidianos”.

“Es un adulto muy mayor cuyas opciones de mejoría eran psicológicamente muy importantes, y con el trauma de haber fallado el intento de solucionarle un problema de salud, aumentaron las fantasías de muerte, que a esa avanzada edad son tema principal de su diario vivir”.

“El tiempo vivenciado por el paciente toma otra dimensión, mucho más severa de lo que el propio diagnóstico psiquiátrico en sí pueden significar”, advirtió el fallo.

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