Jueves 28 de Marzo de 2024

SALUD

2 de noviembre de 2015

Denuncian que el plomo en las casas antiguas es una fuente de intoxicación en niños

Las intoxicaciones por plomo pueden producirse tanto por inhalación como por la ingestión de alimentos y agua contaminada, un riesgo presente en las casas antiguas que poseen cañerías de este material.

Aunque hace años que rige en nuestro país una regulación que limita el contenido de plomo en pinturas y combustibles, este material permanece presente en un gran número de casas antiguas constituyendo una fuente de intoxicación tan peligrosa como insospechada. Frente a esta realidad, la Organización Mundial de la Salud, inició una campaña para concientizar sobre sus riesgos y a alentar políticas que minimicen su utilización a nivel global.

Pese a tratarse de un tipo de intoxicación prevenible, la exposición al plomo causa cada año unas 143.000 muertes y 600.000 nuevos casos de discapacidad intelectual en niños, la mayoría de ellos en países en desarrollo, advierte la Organización Mundial de la Salud.

Uno de los metales de mayor toxicidad, el plomo, daña casi todos los órganos (en particular al sistema nervioso, los riñones y la sangre) y resulta especialmente riesgoso para los niños. Y es que al poseer menor masa corporal que los adultos, éstos lo absorben con mayor facilidad y lo eliminan menos. Pero además, como su organismo se encuentra en desarrollo, incluso bajas dosis pueden afectar su crecimiento físico y madurez intelectual.

El riesgo en los chicos se ve multiplicado también por su curiosidad y su tendencia a llevarse cosas a la boca, lo que los hace más propensos a chupar y tragar objetos que contienen plomo o que están recubiertos de este metal, como vieja pintura descascarada y tierra, pero también juguetes de mala calidad.

Las intoxicaciones por plomo pueden producirse tanto por inhalación (al respirar partículas de vieja pintura descascarada) como por la ingestión de alimentos y agua contaminada, un riesgo presente en las casas antiguas que poseen cañerías de este material. Y aunque pueden darse en forma aguda, lo más común es que se produzcan lentamente a lo largo del tiempo por acumulación.

En cualquier caso, una vez que ingresa al organismo, el plomo se acumula en el cerebro, el hígado, los riñones y la sangre y resulta tan riesgoso que “no existe un nivel de exposición a él que pueda considerarse seguro”, alertan desde la OMS.

Dado que hasta ahora tampoco existe un tratamiento para revertir sus efectos, las autoridades sanitarias resaltan la importancia de reducir al mínimo el riesgo de exposición. Para ello recomiendan eliminar las posibles fuentes de plomo del ambiente cercano a los chicos, ya sea limpiando cuidadosamente la casa con trapos húmedos para eliminar el polvo o dejando correr el agua de la canilla antes de beberla o usarla para cocinar en las casas con instalaciones de plomo, y llevar una dieta rica en alimentos con hierro, ya que este mineral reduce su absorción. (InfoGEI) Mg

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