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23 de Noviembre de 2024
POLICIALES
17 de octubre de 2015
La mujer de 32 años de apellido Barrera tenía un “polirrubro” de sustancias.
La dirección de Drogas Peligrosas detuvo a una mujer de 32 años de apellido Barrera luego de materializar una orden de allanamiento en calle Lavalle al 2000. Durante la requisa se logró incautar 433 gramos de cocaína de máxima pureza, 16 gramos de marihuana, 16 pastillas (ansiolíticos), elementos de corte, dos celulares y 235 pesos en efectivo.
Según los investigadores, la “narcomamá” utilizaba a su niño de 12 años para entregar la sustancia a los clientes, que en su mayoría serían menores de edad. También se supo que el jovencito quedaba a cargo de la venta de drogas mientras la madre se ausentaba.
El procedimiento se llevó a cabo ayer a las 16.30 en Lavalle 2222, luego de una ardua tarea investigativa que duró aproximadamente 8 meses, oportunidad en la quedó ella detenida a disposición de la Justicia Federal. En forma simultánea se efectuó un procedimiento similar en el domicilio de un hermano de la “narcomamá” con quien trabajaría en conjunto.
En el domicilio de la mujer
Al momento del registro en el inmueble que pertenece a la mujer, el cual además tiene departamentos en alquiler -según los pesquisas, el dinero era invertido en droga-, también fueron demoradas otras dos personas que quedaron supeditadas a la causa, ya que se encontraban elaborando la sustancia.
Las denuncias de vecinos eran constantes, ya que observaban un gran movimiento de menores de edad que se agrupaban en la Plaza del Ajedrez a consumir drogas. Cabe destacar que el espacio verde queda a media cuadra de donde se encontraba el kiosco de droga.
En la casa del hermano
Por otro lado, en forma paralela, se realizó otro allanamiento en el barrio San Antonio Sur, donde los pesquisas lograron secuestrar 58 bochas de marihuana que arrojaron un peso de 47 gramos.
Asimismo, quedó detenido e incomunicado un hombre de 45 años de apellido Barrera, hermano de la “narcomamá”.
Ambos puntos de venta se abastecían mutuamente y obtenían dinero de unas propiedades en alquiler que invertían en sustancias prohibidas que luego eran vendidas y/o consumidas en reuniones familiares.
Los niños eran utilizados para entregar la droga y transportarla de un domicilio a otro.
Trabajó en el lugar personal de Drogas Peligrosas, con colaboración de efectivos de la comisaría Sexta, bajo las órdenes de la Justicia Federal.
Fuente: El Esquiu.com