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INTERNACIONALES
15 de octubre de 2015
Es la isla de Providencia. Un fenómeno está acabando con su población masculina.
Aguas turquesas, arenas blancas. Nada malo puede pasar en el paraíso caribeño de Providencia. Pero algo está pasando. Sus hombres están desapareciendo.
Un reportaje efectuado por la BBC arrojó luz sobre el secreto: cada vez más gente se lanza a las entrañas del narcotráfico y luego... desaparece.
Old Providence o Isla de Providencia es un pequeño enclave en medio del mar Caribe, propiedad de Colombia, frente las costas de Nicaragua. Y el narcotráfico ha decidido no ignorarlo.
La vida allí es lenta. Nadie corre. Nadie se estresa. Todos ríen. Y si bien es parte de Colombia, el idioma es un inglés con acento extraño.
No viven más que 6.000 isleños, caribeños, rastafaris, que durante un largo tiempo habían logrado esquivar los problemas del narcotráfico colombiano. Hasta que un día, llegó. Sin embargo, no se ven en la isla capos narcos violentos y armados. Según la BBC, el problema corre oculto, bajo la superficie.
Estamos periendo a nuestros hombres”, confiesa un isleño a la BBC, pero no se atreve a dar su nombre.
En la isla, según la cadena británica, hay 800 isleños presos en el extranjero o desaparecidos. Eso quiere decir que uno de cada cuatro hombres de Providencia se ha ido.
Hace pocos años, los narcos descubrieron en la isla un tesoro: sus habitantes, expertos conocedores del mar, marinos perfectos, dueños de un conocimiento invaluable.
“Los isleños leen el océano como nadie, así que son contratados por los narcos para timonear los botes y lanchas rápidas en que mueven las drogas”, dice la BBC. La paga es buena y el riesgo es mucho.
Si el trabajo sale bien y logran dejar la droga en algún punto entre Florida y Honduras, ganan miles de dólares. Si sale mal, terminan en prisión. Algunos terminan en cárceles tan remotas a su hogar, como Mississippi.
“Casi todas las familias en la isla han sido afectadas por este problema. Estamos perdiendo a nuestros jóvenes”, dice un isleño.
“Ya perdimos a un 10% de mi generación anterior”, dice el pescador Loreno Bent. Y agrega “Hay chicos que se despiertan todos los días sin conocer a su padre porque se perdió en el mar cuando el pequeño era un bebé”.
Al parecer, concluye la BBC, el negocio narco en Colombia es dueño de muchas tragedias. Y la isla de Providencia es uno más.