Una llamada. Eso fue todo lo que se necesitó para atrapar al último de los prófugos de la banda que secuestró en abril, en Santos Lugares, al empresario Daniel Rebagliati.Hasta el momento, suman diez los sospechosos apresados.

Durante la comunicación, el nuevo acusado habló con un amigo preso sobre cómo sus cómplices lo habían dejado afuera del reparto del millonario rescate que pagó la familia para que la banda libere al hombre de negocios.

Según informó Gustavo Carabajal para La Nación, en la resolución de la jueza federal de San Martín Alicia Vence de procesar al acusado Mariano Bulgarelli, alias “Nano”, figura que el hombre estaba enfurecido porque había cobrado sólo $ 5.000 de un botín de repartió $ 1.300.000 y US$ 9.600.
“Te estoy diciendo que vi cuando cobraron la plata. ¿Me entendés? Vi los bolsos cuando agarraron la plata. Lo dijeron en la tele”, expresó, indignado, Bulgarelli.

“¿Cuánto cobraron?”, preguntó el conscripto, identificado como Ema.
“Lo que dijeron en la tele. Un millón ochocientos mil. A mí me dieron cinco lucas. Justo el día que me pagaron quemaron una camioneta en la otra esquina de mi casa y mataron a un hombre. Estaba toda la gorra (por la policía). Agarré las cinco lucas y me fui. Yo confié en ellos”, expresó Nano, quien alquilaba el departamento de arriba del lavadero situado en Perú y Labardén, de Caseros, el primer lugar en el que estuvo cautivo Rebagliati, luego que la banda lo secuestró cuando se dirigía a su fábrica.

“Y bueno, se manejaron mal”, replicó la voz desde la cárcel.
“Volví cuatro días después que estuvo la policía y me hicieron problema. Me dijeron que me portara bien. Como si creyeran que los iba a entregar. Mátenme les dije. Me decían que mi hermano los había delatado”, agregó Bulgarello, y agregó: “Vos sabés que estoy jugado, amigo”.

El imputado logró escapar con escasos recursos de la policía, que lo buscaba desde mayo pasado, cuando el fiscal federal de Tres de Febrero, Paul Starc, dispuso su captura.

Durante la conversación telefónica, Bulgarelli se refirió a las detenciones de los otros integrantes de la banda, quienes fueron derivados a los penales de Marcos Paz y Ezeiza.

Según consideraron los investigadores, con la captura de Bulgarelli la banda que secuestró a Rebagliati quedó desbaratada. La Justicia procesó con prisión preventiva a Marcos Eduardo Pomponio, alias “Pelado”, el supuesto jefe del grupo delictivo y el imputado que negoció el cobro del rescate con la familia del empresario. Entre los diez detenidos también figuran Sergio Domingo Zari, ex suboficial de la Policía Federal, Miguel Aguiar Ocampo y Lionel Alí Verni.