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MUNDO
14 de diciembre de 2020
Así lo relata en un extenso informe The Washington Post. Vladimir Putin todavía no se inoculó la dosis
Según relata el diario norteamericano, el personal del Policlínico No. 5 de Moscú, con las jeringas listas, esperó la anunciada inundación de personas tras el lanzamiento esta semana de la primera fase de vacunaciones masivas contra el coronavirus. Y esperó. Y esperó un poco más. Filas de asientos vacíos se alineaban en la sala de espera.
Con el fuerte aumento de los casos de coronavirus en Rusia, las autoridades confían en la vacuna Sputnik V del país como respuesta a la crisis, y abrieron la vacuna al público incluso antes de que finalice los ensayos de Fase III.
“No confío en eso”, dijo la estudiante de ingeniería mecánica Lia Shulman, de 21 años, “porque siempre mienten. Si el gobierno te dice que hagas algo, debes hacer lo contrario”.
En el Policlínico No. 3 de Moscú, los sofás beige con capacidad para 20 estaban vacíos esta semana. En otra clínica de Moscú, la No. 3 Branch 2, la mañana transcurrió sin que nadie se presentara para una inyección.
La participación poco entusiasta puede significar una cautela inicial hasta que se obtenga más información del ensayo de fase III. Pero si el desaire dura meses, podría ser un gran revés en los esfuerzos de Rusia por controlar la pandemia.