Sábado 20 de Abril de 2024

NACIONALES

6 de septiembre de 2020

Sólo 1.667 pacientes cobraron el bono de $ 500 que lanzó Kicillof para quienes se aíslen voluntariamente

Se llegó a reforzar el sistema convencional con 16.213 camas que se ubicaron en 210 centros de atención, de 44 distritos, pero estan subocupadas

La instalación de hospitales de campaña en la provincia de Buenos Aires resultó casi un esfuerzo ocioso: las camas del sistema “extrahospitalario” que prepararon municipios y Provincia para atención de pacientes leves de coronavirus tiene una ocupación del 3%.

El último reporte del ministerio de Salud bonaerense indica que solo 510 contagiados que atraviesan la enfermedad ocupan las 16.213 camas instaladas casi sin complicaciones en su estado clínico.

En los dos primeros meses de pandemia intendentes, asociaciones civiles y hasta empresas privadas iniciaron una carrera contra reloj para levantar carpas, acomodar gimnasios y habilitar galpones para ubicar y aislar a eventuales pacientes con síntomas acotados.

El 22 de julio, el gobernador Axel Kicillof incluso decidió aumentar la apuesta y lanzó un subsidio de 500 pesos diarios para quienes en forma voluntaria decidieran trasladarse a esos predios con atención médica, servicios sanitarios y hasta sitios de esparcimiento.

El mayor complejo se constituyó en Tecnópolis y desde allí se hizo el lanzamiento del programa “Acompañar” que prevé la liquidación de hasta 7.500 pesos, para quienes tengan que estar 15 días. El complejo de Vicente López, en la zona norte del GBA, habilitó más de 2.000 espacios y alcanzó a cobijar un máximo de 476 personas.

La oferta no resultó demasiado atractiva. Hasta este viernes, se había liquidado el subsidio Acompañar a 1.667 personas. El Estado lleva invertidos en ese plan 4.226.600 pesos, o sea un promedio, 2.500 pesos por cada enfermo leve.

“No hubo adhesión de la población a esta estrategia. Además los hospitales cumplieron este papel en el comienzo de la pandemia”, explicaron las autoridades del ministerio provincial.

Otra de las razones que encuentran los expertos para la baja ocupación de estos centros de aislamiento es que los barrios populares del Gran Buenos Aires no tuvieron una “explosión de casos” como se preveía en algún momento de la epidemia.

Con más de 290 mil contagiados en la provincia, sólo el 14% son habitantes de asentamientos, villas y zonas de alta vulnerabilidad social. El AMBA que está en jurisdicción de Buenos Aires provee 13.205 camas para atención de enfermos con baja complejidad. Y hay un 40% de esos lugares desocupados.

“Los centros de salud todavía pueden recibir pacientes. Y la gente prefiere ir a un hospital antes que a uno de esos sitios preparados para el coronavirus”, argumentan los asesores del ministro de Salud, Daniel Gollán.

Aunque no existe información centralizada, varias fuentes consultadas por Clarín estiman la habilitación de cada una de las camas requirió una inversión de entre 25 mil y 35 mil pesos. El equipamiento mínimo de cada complejo extrahospitalario insumió dinero para la compra de cama, colchón, sábanas, almohada, manta, biombo, porta suero, señalética, cartelería, artículos de limpieza, barbijos, camisolín, cofia y guantes de látex.

Quiere decir que el Estado provincial, los municipios y los privados que decidieron hacer aportes sanitarios invirtieron casi 500 millones de pesos en la puesta en funcionamiento de los “hospitales de campaña”.

A casi seis meses de iniciada la cuarentena, algunos lugares comienzan a desmantelarse, como es el caso de la carpa montada a un costado de la cancha de Estudiantes de La Plata. Estuvo cinco meses vacía. Hasta ahora, en la capital bonaerense, solo 20 personas fueron aisladas y se las derivó al Hotel de Suteba. Este fin de semana, el complejo habitacional del gremio docente tenía un internado.

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