Campi se refirió a las normas de Bioseguridad y dijo que “la validación en bioseguridad, es una certificación que hace el ANLIS Malbrán (Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud), que es un órgano controlador, y que viene a certificar que la cabina está funcionando correctamente. A partir de ahí recibimos los insumos que son los reactivos para generar los procesos de detección del virus del SARS- CoV2 o COVID 19”.

“Cuando iniciamos a fines de marzo la demanda no era muy alta, pero con el paso de tiempo al empezar a sospechar de casos por distintas sintomatologías y al ver que el virus en el país avanzaba a pasos agigantados, la demanda empezó a acrecentarse. Cuando tuvimos el 'caso cero', también disparó una serie de alarmas que implicó triplicar o cuadriplicar las muestras que se venían procesando diariamente, y esto fue un trabajo mancomunado de todo el equipo del laboratorio. Por eso, el reconocimiento es para ellos, ya que están día tras día trabajando en esa cabina de bioseguridad inactivando las muestras y preparándolas para que ingresen al termociclador, que, como su nombre lo indica, es un termo que eleva la temperatura a 50 grados para que se realice una parte de la reacción, luego sube la temperatura a 93 grados para otra parte del proceso de reacción y luego desciende; es decir sube y baja la temperatura de acuerdo a las condiciones que uno le da para esta determinación”, explicó.

Campi detalló que “una vez que se obtiene el resultado se ingresa a una base de datos que se llama SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina) que es un sistema en donde se informa tanto a Nación como a las autoridades de epidemiología las muestras positivas y las que hemos descartado. Cuando se inició este proceso de muestras positivas, para nosotros fue una tarea muy ardua, no cansadora, eran situaciones de alerta por lo que debíamos trabajar tranquilos y enfocados”.

Registro

La Directora del Laboratorio Central aseguró que, se tiene un registro de muestras, donde “vamos superando las 4000 muestras, dependen de los estudios que estamos haciendo, porque estamos abocados en el estudio epidemiológico de camioneros que se han incluido hace poco tiempo, la demanda se acrecienta día a día. Estas muestras de los camioneros las organizamos por grupos y van a ser estudiados cada 10 días; tenemos un volumen entre 10 y 20 camioneros por día”.

En relación al trabajo del personal de laboratorio, la bioquímica remarcó que  “nunca bajamos la guardia, estamos en contra turno, y tengo dos grupos de personas que hacen que este proceso se continúe desde temprano hasta altas horas de la noche. Nunca estamos tranquilos, porque un caso que aparezca es como un efecto dominó y empiezan aparecer nuevos casos, que fue lo que pasó con el camionero (caso cero); por eso, hasta que no cerramos la puerta del laboratorio no son días tranquilos”.