Jueves 25 de Abril de 2024

LOCALES

6 de abril de 2020

Con la misa en el Camarín y el paso del Cristo Crucificado por barrios de Capital, inició la Semana Santa

“Dios está con nosotros y en nuestro mundo hay un lugar para la esperanza”, expresó el Obispo en la ceremonia litúrgica, que fue transmitida por radio y redes sociales.

Con la misa de Domingo de Ramos, celebrada en el Camarín de la Virgen del Valle, la Iglesia de Catamarca dio inicio a esta particular Semana Santa atravesada por la pandemia del coronavirus.

La ceremonia litúrgica fue presidida por el Obispo Mons. Luis Urbanc. Los fieles participaron de la eucaristía en familia desde sus hogares, a través de la transmisión de radio Valle Viejo y de las redes sociales de la Catedral Basílica y del Obispado de Catamarca.

La liturgia dio apertura con la ceremonia de bendición de los ramos de olivo y una breve procesión hasta el altar.  Tras la proclamación de la Palabra de Dios, en la que durante esta jornada se destaca la lectura de la Pasión, en la homilía, Mons. Urbanc se refirió al inicio de esta Semana central en la vida cristiana, tan distinta de otros años.

Urbanc repasó: “Acabamos de escuchar el relato de la Pasión, que va del anuncio al cumplimiento. El punto central está en el instante del arresto cuando Jesús proclama: «Ha llegado la hora». Jesús siempre supo de esta hora, pero el drama es cuando llega: «Padre mío, si es posible que pase de mí este cáliz, pero no sea como yo quiero, sino como Tú quieras». Todos sabemos que moriremos, pero cuando la vemos cerca nos aterramos. Es la experiencia de Jesús la que debe sostener, motivar e iluminar nuestra propia hora”.

A continuación, ofreció esta reflexión: “La narración comienza informándonos del infame negociado que hizo Judas Iscariote con los sumos sacerdotes. En este punto conviene que cada uno se examine y haga un mea culpa, pues con dolor descubriremos que no pocas veces hemos obrado igual”.

“El relato culmina con la muerte de Jesús. Para llegar ahí, Jesús ha sido juzgado injustamente y ha sido torturado por los servidores del poder, que se aprovechan de su situación para abusar de los indefensos. Siempre el poder ha tenido lacayos a su servicio que le hacen el trabajo sucio. Nunca son los mismos los que condenan y los que torturan o clavan en la cruz o fusilan”, expresó más adelante.

Hacia el final de la homilía, Mons. Urbanc afirmó: “La celebración de la Semana Santa ha sido, es y será para los abatidos por la vida, por la cruz que siempre está presente en ella, ‘una palabra de aliento, consuelo y esperanza’. Dios está con nosotros y en nuestro mundo hay un lugar para la esperanza. Aunque hayamos celebrado muchas Semanas Santas, nos sigue haciendo falta hacer memoria de Jesús de Nazaret para no desesperar frente a un mundo donde la muerte, en todas sus formas, sigue estando presente. Por más que nos cueste verlo, el Dios de la Vida triunfa sobre la injusticia, el odio, las pestes y la muerte. Esa es nuestra fe”.

Antes de la bendición final, se rezó la Oración del Año Mariano Nacional en el Jubileo por los 400 años de la presencia de la Virgen del Valle en Catamarca.

Cristo Crucificado recorre la ciudad

Finalizada la Santa Misa, el Obispo comenzó el recorrido con el Cristo Crucificado por distintos puntos de la ciudad capital.

Mons. Urbanc explicó que este gesto se realiza “para que así, todos puedan participar de un modo visible este inicio de la Semana Santa. Y voy con Cristo Crucificado porque su muerte es el centro de esta Semana Santa, que culmina con la Pascua de Resurrección”.

Asimismo, deseó a todos los fieles “que tengan muchos frutos espirituales en estos momentos de oración en familia, siguiendo y meditando los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”.

COMPARTIR: