Sábado 23 de Noviembre de 2024

INTERES GRAL

6 de abril de 2020

Trompetas y zumbidos en el cielo, los expertos explican el fenómeno

Ante la pandemia del coronavirus que azota el mundo, la aparición de un sonido extraño desde el cielo despertó las teorías del "fin del mundo" y el Apocalípsis.

Lejos de ellos, la explicación radica en el "cielomoto", algo así como un terremoto en el cielo. Mientras que en la tierra los movimientos sísmicos ocurren a causa del choque de placas, en el cielo se produce por el choque de masas de aire calientes y frías. Es un fenómeno habitual, pero ante las noches silenciosas que la cuarentena se han reportado varios videos de este sonido estremecedor desde el cielo, como si fuera un zumbido, un avión volando bajo o trompetas. El ruido afecta principalmente a los perros, que ladran y lloran. Es un fenómeno habitual, pero ante las noches silenciosas que la cuarentena se han reportado varios videos de este sonido estremecedor desde el cielo, como si fuera un zumbido, un avión volando bajo o trompetas. El ruido afecta principalmente a los perros, que ladran y lloran. De acuerdo al científico David Hill, del servicio meteorológico de Estados Unidos, los “cielomotos” se producen por diversas razones: desde olas que golpean los acantilados hasta la caída de un meteorito. Los cielomotos se pueden formar en cualquier parte del mundo, pero en Estados Unidos, América del Sur y Australia hubo en los últimos años más denuncias por los desprevenidos habitantes que, en muchos casos, se despertaron con ese particular sonido. Lejos de los comentarios apocalípticos que hablan del fin del mundo, en realidad no hay nada de que preocuparse con este fenómeno se ha venido registrando cada vez con más frecuencia y en muchas regiones del planeta. Un vocero de la NASA aseguró al medio británico Daily Mail que la Tierra tiene “emisiones de radio naturales”. Según la agencia estadounidense, “suenan como música de fondo de una película de ciencia ficción extravagante, pero esto no es ciencia ficción. Las emisiones de radio naturales de la Tierra son reales y, aunque estamos conscientes de ello.

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