La evidente presencia de la Policía en la zona del Desmonte, Piedra Blanca y La Carrera, en el trayecto de las Rutas Provinciales Nº 1 y 41, en el departamento Fray M. Esquiú parece haber llevado al depravado de la moto -quien ya fue denunciado por ocho ataques sexuales en las últimas semanas- a “trasladarse” al departamento Capital. Si bien los investigadores presumen que se trataría de la misma persona, en virtud que a decir de las víctimas atacadas desarrolla el mismo modus operandi -el motovehículo en el que se transporta es el mismo y las características físicas son coincidentes- no descartan que podría haber un “imitador”. De una u otra manera, el paradero del depravado continúa siendo todo un misterio para la Policía y la Justicia.

El lunes, aproximadamente a las 16:40, una joven de 25 años, quien se trasladaba en una bicicleta llegó en una crisis de nervios a la guardia de la Comisaría Tercera, ubicada en frente a la plaza de La Chacarita.

Como pudo, la muchacha -de quien se reservan todos sus datos personales- pidió auxilio. Según manifestó, momentos antes había sido atacada sexualmente por un desconocido, quien se conducía en una motocicleta.

La ciclista -de acuerdo a la información judicial y policial a la que tuvo acceso LA UNION- en circunstancias que circulaba por las inmediaciones de las Avenidas Presidente Castillo y San Martín, al llegar a la altura del predio del exboliche “Siria”, un desconocido trató de abordarla tocándole el cuerpo e intentó que cayera a la cinta asfáltica, pero no lo logró.

 
Si bien la joven perdió la estabilidad y cayó al suelo, se levantó rápidamente, se subió a la bicicleta y se dirigió hasta la Comisaría Tercera, ubicada en las inmediaciones al lugar del hecho.

Búsqueda

Al dar aviso a los efectivos apostados en la guardia de la dependencia policial, la víctima indicó que se trataba de un sujeto de contextura física delgada, quien vestía ropa de grafa y se conducía en una motocicleta tipo 110 cc.

Pese a que la patrulla de la jurisdicción recorrió la zona y puso en conocimiento del comando radioeléctrico sobre el hecho para la ubicación del sindicado, no se pudo aún dar con su paradero.

Momentos después del incidente, la joven estudiante de 25 años se hizo presente en la Unidad Judicial Nº 3 y denunció el ataque.

 
Informado del caso, el fiscal en turno dispuso una serie de medidas, entre ellas que la joven sea examinada por el médico legista y recibiera la atención profesional necesaria.

Asimismo, solicitó que el personal comisionado para la investigación visualizara la cámaras de seguridad existentes en la zona que permitan individualizar al depravado.