El 23 de septiembre de 1973 fallece el poeta Pablo Neruda, doce días después del golpe de Estado de Pinochet, que acabó con la democracia e instauró el terror en Chile. En realidad su nombre era Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, y nunca explicó por qué usaba el seudónimo de Pablo Neruda, aunque a los 17 años ya comenzó a firmar así sus trabajos. Tal vez para evitar el disgusto de sus padres por tener un hijo poeta.

El más grande poeta del siglo XX
Fue «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma», al decir de Gabriel García Márquez, y entre sus múltiples reconocimientos, destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford. «Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él», ha escrito el crítico literario Harold Bloom, quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales de la literatura occidental de todos los tiempos.

En 1927, Neruda comenzó su larga carrera diplomática siendo cónsul en Rangún, Birmania, Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires —donde conoció a Federico García Lorca—, Barcelona —donde conoció a Rafael Alberti— y Madrid.

Neruda y la guerra civil española
Cuando en 1936 estalló la Guerra Civil Española y asesinan a su amigo Federico García Lorca, Neruda se comprometió con el movimiento republicano, primero en España y luego en Francia, donde comenzó a escribir “España en el corazón”.

Durante la guerra civil, Neruda también conoció al poeta mexicano Octavio Paz. Ambos se hicieron amigos instantáneos, pero, posteriormente, en México, tuvieron un altercado por diferencias ideológicas, llegando casi a las trompadas. Más de veinte años después se reconciliaron en el Festival Internacional de Poesía de Londres. Paz diría con respecto a su colega: «Musito el nombre de Pablo Neruda y me digo: lo admiraste, lo quisiste y lo combatiste. Fue tu enemigo más querido».

La obra de Neruda es inmensa
En 1937 Neruda regresó a Chile, y comenzaron a surgir Los versos del capitán, Las uvas y el viento, Estravagario, Tentativa del hombre infinito, El hondero entusiasta, Residencia en la tierra, Canto general, Navegaciones y regresos, Canción de gesta, Arte de pájaros, Las manos del día, Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

La obra de Neruda es demasiado inmensa para relatarla toda o siquiera en parte. Después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 su salud se agrava y el 19 es trasladado de urgencia desde su casa de Isla Negra a Santiago, donde muere el 23 a las 22.30 en la Clínica Santa María.

En Isla Negra
La casa de Neruda en Santiago fue saqueada después del golpe encabezado por el general Augusto Pinochet y sus libros, incendiados. El funeral de Neruda fue en el Cementerio General. Aunque los asistentes estaban rodeados de soldados armados de ametralladoras, se escucharon gritos de homenaje a él y a Salvador Allende.

Después del funeral, muchos de los presentes acabaron engrosando las listas de detenidos y desaparecidos por la dictadura. El 11 de diciembre de 1992, los restos de Neruda y Matilde Urrutia, su esposa, fueron exhumados y llevados para un velatorio ceremonial en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional. Al día siguiente se dio cumplimiento al deseo del poeta: que sus restos fuesen enterrados en su casa de Isla Negra.