l flamante candidato realizó su primer acto de campaña en Santa Cruz, donde fue recibido por la gobernadora Alicia Kirchner.

“Este momento penoso que estamos viviendo no es el punto final de nuestras vidas. Los chinos dicen que las crisis son oportunidades, hemos tocado fondo, quizás sea el momento que empecemos a salir, y para salir tenemos que aprender mucho de lo que hicimos. Me encanta la consigna ‘vamos a volver’ porque nos llena de fuerza, ¿pero para qué vamos a volver? Vamos a volver para ser mejores”, comenzó diciendo el exjefe de Gabiente.

Y, en lo que fue su primer discurso como precandidato a presidente, Alberto Fernández completó la idea diciendo que “vamos a volver para ser mejores. La verdad, ser mejores que (Mauricio) Macri no cuesta nada. ¿Saben dónde está el desafío? El desafío es que tenemos que ser mejores de lo que fuimos. Definitivamente”.

Sobre las críticas y comparaciones que recibió por parte del oficialismo al conocerse la fórmula anunciada por la expresidenta, el dirigente peronista afirmó: “En estos días dicen que soy el Cámpora de Cristina. Es raro, porque hace una semana atrás yo tenía un extraño poder que hacía que ella escriba libros y la disfrazaba de algo que no era. Y de repente ese poder desapareció y me convirtieron en un tarado obediente. Ninguna de las dos cosas son ciertas: nunca convertí a Cristina en nada y tampoco yo soy un tipo obediente”.

“Cuando digo que tal vez Cristina esté más madura, no es que ha crecido, sino que ha revisado lo que pasó y como dijo en el video del sábado, se da cuenta de que la Argentina es otra y el mundo es otro. Lo bueno también es que he recuperado a una amiga y no saben lo contento que eso me pone”, dijo sobre su relación con la senadora nacional de Unidad Ciudadana.

Alberto Fernández además recordó la llegada al poder del kirchnerismo en 2003: “El día que asumimos teníamos un país 80 mil cortes de calles y rutas. Eramos un país en default, donde el 57% de los argentinos habían caído debajo de la línea de pobreza” y de manera contundente aseguró que “Néstor fue el mejor presidente que tuvo la democracia”.

“A veces me preguntan que parecido hay entre este presente y aquel del 2003. Hay algunas cosas parecidas. Por momentos siento que esto es mucho peor que el 2003. Es justo reconocer que cuando llegamos en ese año, (Eduardo) Duhalde había apagado el incendio y a nosotros nos quedaron las cenizas”, dijo el precandidato presidencial, elogiando la tarea hecha por el exmandatario entre 2002 y 2003.