Martes 23 de Abril de 2024

SOCIEDAD

16 de mayo de 2019

Hacen el viaje de egresados 30 años después de terminar el secundario

Asistían a una escuela de Oliva. En 1988, no pudieron cumplir el sueño de ir a Bariloche. Siguieron siendo amigos y, tres décadas más tarde, se tomaron revancha. Partieron ayer.

Casi toda la localidad de Oliva parece pendiente del viaje de egresados más singular que esta ciudad del centro cordobés recuerde. Ayer partieron hacia Bariloche los egresados de la escuela José María Paz, pero de la promoción 1988.

Pasaron tres décadas para que pudieran, al fin, cumplir el sueño que entonces debieron postergar por razones económicas.

En 1988 egresaron 22. De ellos, 14 se subieron ayer al avión. Es un grupo de amigos que la escuela dejó armado y que se consolidó por la unión que los abraza desde hace 30 años.

Ya no tienen 17 o 18 años: los que disfrutan de este “viaje de estudios” cuentan entre 49 y 53 años.


Cursaron cinco años del entonces bachillerato mercantil. De día trabajaban y, de noche, estudiaban.

“Estuvimos dos años trabajando, con venta de gallinas y hasta de comidas para juntar plata, pero cuando llegó el momento no nos alcanzó para hacer el viaje a Bariloche. Todos éramos de familias humildes. Con ese dinero que recaudamos, les pagamos las tarjetas a todas nuestras familias para la fiesta de egresados. Pero siempre nos quedó pendiente el viaje. Ahora podemos cumplir aquel sueño. De los 14, 10 no conocemos Bariloche”, cuenta Luis Moreno, dueño de la local Radio Libertad.

“Pero en vez de llevar alcohol, ahora cargamos primero la bolsita con los remedios”, ironiza Luis sobre los cambios por las edades.

Todos suman ahora historias de esfuerzo y superación.

“En esa época era mozo de un bar y hacía changas. Tengo seis hermanos, vengo de familia humilde y no teníamos posibilidades para pagar un viaje así”, describe César Álvarez, ahora comisario mayor y director de la Zona Sur de la Policía Caminera.


Alejandro Inamorato era albañil en su adolescencia. Hoy es empleado municipal, sindicalista y dueño de una empresa de premoldeados. “Este es un grupo muy unido, desde hace 30 años: nos mantenemos en contacto, nos vemos, nos ayudamos, estamos cuando tenemos un problema. Nos respetamos”, acota.

Todos coinciden en que el grupo está caracterizado por la unión y por la perseverancia.

Jorge Lancioni es propietario en Oliva de unas de las más importantes empresas de transportes de Córdoba. De chico, trabajaba de cadete. Para este viaje, fue quien ayudó a quienes tampoco llegaban con el dinero para cumplir la meta, según cuentan varios.


Siendo joven, Fernando Cicarelli realizaba tareas de mantenimientos de sitios. Ahora se dedica a aplicar fumigaciones. Félix Duvaux, de adolescente albañil, pasó a su actualidad de policía. Hay, en el grupo, varios enfermeros, como Sergio Sánchez, Alicia Ibarra, Fernanda Bustos y Héctor Peralta. Marcelino García es empleado en un club social; Daniel Bustos se desempeña en el rubro cereales; Adrián Aguirre es gestor de trámites de automotores, y Fernando Britos ejerce como docente.

Estos egresados de hace 30 años no olvidan, en cada encuentro, a los docentes y preceptores que tuvieron. Y valoran a aquel consejero de todos los días, el entonces director Jorge Gambone.

El ritmo de este grupo en Bariloche no tendrá el empuje de los jóvenes que transitan igual destino. Pero el entusiasmo es contagioso y el valor que le dan a la experiencia es enorme.

“Iremos a conocer ciudades y cerros, pero también los boliches”, ironiza Inamorato.

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