(ANSA) - En la peor inundación de Venecia en los últimos diez años, no sólo los residentes, los turistas y los hogares padecieron el récord de aguas altas, sino también el tesoro más importante de la mítica ciudad italiana, la Basílica de San Marco, sufrió graves daños.

Lo reveló el primer fiscal, Carlo Alberto Tesserin, quien habló de la situación que se vive en Venecia junto con el delegado a los servicios técnicos, Pierpaolo Campostrini. La "iglesia de oro" fue invadida por el agua salada en su cuerpo principal, que alcanzó un nivel de 90 centímetros. El agua se retiró recién después de 16 horas. Inundado por una docena de metros cuadrados el milenario piso de mosaico de mármol, ubicado frente al altar de la Madonna Nicopeia. También estuvo desbordado por el agua el Baptisterio y la Capilla Zen.

 
Las aguas causaron perjuicio a los portones de bronce bizantinos, así como a las columnas y los mármoles. "En un sólo día - comentó Tesserin - la basílica ha envejecido. Veinte años, y quizás esta sea una consideración optimista". "La iglesia - continuó el primer fiscal- tiene una estructura de ladrillo que, empapada en agua salada, se daña, incluso hasta una altura de varios metros, poniendo en riesgo la tenencia de los mosaicos que adornan las bóvedas".

La Fiscalía de San Marcos, nominada por el ministro del Interior según los tratados entre el Estado y la Iglesia Católica, es probable que vea cancelados los recientes trabajos para asegurar la Basílica, la Cripta y la zona de la Plaza hasta una altura de marea de 85 centímetros, así como la remodelación del viejo proyecto de impermeabilización de toda la plaza hasta una altura de la marea de 110 centímetros.

 
Para Tesserin "nada puede hacer la Fiscalía de hoy, que solo en el nombre reclama a los grandes poderes atribuidos por la República de Venecia, para defender a San Marcos y a toda la ciudad frente a los eventos por encima de los 110 centímetros". La defensa es posible sólo interrumpiendo la conexión entre mar y laguna, agregó.

La región de Liguria ha sido golpeada por una tormenta tal que no se producía desde tiempos de la posguerra, y causó una devastación a lo largo de la costa, por millones de euros desde Imperia a Sarzana, que puede ser simbolizada por los estragos de los yates en el golfo de Rapallo.

Entre los hundidos también se encuentra "Il Sueno" di Piersilvio Berlusconi -hijo del expremier- quien, debido a la furia del mar que devoró el camino de Portofino, aislando el pueblo, permaneció "encarcelado" en su casa en Paraggi, el Castillo Bonomi-Bolchini, donde vive con su esposa y dos hijos. Tanto él como su familia serán evacuados. El terrible golpe del mar dejó marcas a lo largo de la costa de Liguria, pero la más visible fue la de Rapallo, donde el dique del puerto turístico Carlo Riva cedió el lunes por la tarde bajo bajo las olas de 10 metros por la fuerza de un tsunami. Así, decenas de superyates de millones de euros se estrellaron en los acantilados, el paseo marítimo, la playa y el antiguo castillo.

Los daños de la tormenta se cuentan en millones en Liguria, donde de establecimientos balnearios y casas con vistas al mar fueron devastadas por las olas. El Tigullio es la zona más afectada. La carretera estatal que desde Rapallo lleva a Santa Margherita y a Portofino, donde el acantilado sobre el mar ofrece panoramas impresionantes, tiene un daño incalculable y el salón de baile Covo di Noreste, donde actuó Frank Sinatra, está devastado.

Además, la "perla" de Portofino está aislada del mundo y ya hay un centro médico, mientras vía mar La oficina del puerto hace conexiones para necesidades básicas.