La polémica por el aborto se instaló en la Santa Sede. Luego de la difusión de una foto en la que el papa Francisco sostenía un pañuelo verde -símbolo de la lucha por la legalización del aborto-, el Vaticano aseguró que el que le hizo un estudiante argentino, el miércoles pasado, se trató de un "regalo trampa" y "deshonesto".

La portavoz del Vaticano, Paloma García Ovejero, dio su versión de los hechos a través de sus redes sociales: "Cada miércoles, cada audiencia general, el Papa recibe centenares de cartas, pañuelos (no sólo verdes), gorras y demás obsequios. Utilizar la entrega de un regalo trampa sin que el destinatario supiera qué era ni qué buscaba no parece muy honesto", escribió en su cuenta de Twitter.

El descargo

El joven en cuestión, llamado Nicolás Fuster, realizó hasta lo imposible para acercarse a Francisco y poder transmitirle su mensaje. "Realmente fue muy difícil llegar hasta ahí", dijo, antes de explicar el contenido de la carta que le entregó al jefe de la Iglesia Católica junto al pañuelo: "El aborto sucede. No es esa la discusión, sino si queremos un aborto legal y seguro, o si queremos un aborto ilegal, practicado de manera clandestina, muchas veces comprometiendo seriamente la salud o directamente la vida de las mujeres".

En los párrafos siguientes, el estudiante, quien reside en Roma desde hace cinco años, agregó: "Conozco mujeres que abortaron y estoy seguro de que usted, que trabajó largos años en zonas muy pobres, también". De inmediato, insistió: "Jorge, el aborto sucede". "Hace sólo unos meses, usted afirmó que a los homosexuales Dios los hizo así y que Jesús los aceptaría. Yo celebro vigorosamente esa reflexión, como celebro que abran las puertas a los divorciados", expresó.

"Estoy seguro de que, aun siendo Papa, puede comprender la delicadeza de la cuestión y revisar algunas posiciones, como lo hiciera con los homosexuales", siguió la nota, que concluyó: "Usted tiene una oportunidad de oro para abandonar la tradición de la Iglesia de llegar siempre 300 años tarde".