Jueves 25 de Abril de 2024

MUNDO

1 de agosto de 2018

Un centenar de personas sobrevive al accidente de un avión de pasajeros en el norte de México

'El milagro de Durango', así está bautizando la prensa local el desplome, sin víctimas, de un avión que transportaba a 103 personas a bordo (99 pasajeros y cuatro tripulantes).

En los primeros momentos, las imágenes de un avión destrozado y en llamas en mitad de un descampado, hicieron presagiar lo peor pero, afortunadamente, el gobernador del Estado, José R. Aispuro, ha confirmado el 'saldo blanco' del accidente: "Se confirma que no hubo fallecidos en el accidente del vuelo 2431".

El vuelo 2431, que cubría la ruta Durango-Ciudad de México, habría intentado despegar durante una tormenta de granizo. Estas malas condiciones climáticas habrían sido las causantes del accidente según ha asegurado a los medios el gobernador Aispuro: "estaba lloviendo, había una tormenta, yo creo que quisieron abortar pero ya no alcanzó a caer en la pista; cayó ya adelante donde terminaba la pista asfáltica y eso fue lo que ocasionó el incendio y que el avión se dañara seriamente". Una información que ha sido corroborada por el Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) a través de sus redes sociales: "el accidente se produjo, según versiones preliminares, por condiciones climatológicas adversas".

El impacto se produjo en un terreno baldío, en el aeropuerto Guadalupe Victoria, y a escasos metros de la autopista estatal de Durango. Varios testigos han asegurado haber visto cómo los supervivientes evacuaban por su propio pie el aparatominutos antes de que se produjera la explosión. Entre los pasajeros estaba el secretario general del PAN (Partido de Acción Nacional) de Durango, Rómulo Campuzano, quien ha salido ileso como ha confirmado, Lorenzo Martínez, presidente estatal del partido: "Afortunadamente Campuzano se comunica ya con su familia. Él tiene algunas lesiones leves, está siendo tratado por personal médico".

Una ráfaga de viento habría "hecho rodar el avión hasta el suelo", y una de las alas habría tocado la pista, según ha informado el gobernador del Estado, José Asipuro. Los motores habrían sido arrancados y el habría caído 300 metros a través del campo, donde finalmente se detuvo antes de quemarse.

El accidente causó dos heridos graves, entre ellos el piloto, que tuvo que ser operado de una lesión en la columna vertebral y una niña que sufre quemaduras en el 25% de su cuerpo. 97 personas ingresaron en varios hospitales, pero la mayoría por lesiones "muy leves". Algunos ya han podido regresar a sus casas.

Según el portavoz de la protección civil local, Alejandro Cardoza, el avión fue atrapado en una gran tormenta de granizo y los pilotos intentaron hacer un aterrizaje forzoso.

"Estábamos en la pista cuando la visibilidad se oscureció", dijo Jacqueline Flores, de 47 años, que viajaba con su hija de 16 años. "El avión despegó, entonces sentí que estaba comenzando a inclinarse y ahí es donde nos caímos ".

"Creo que volvimos a la pista porque era una superficie dura, luego patinamos en el suelo hasta que se detuvo",explica. Según el gobernador, los pasajeros se ayudaron entre sí para evacuar rápidamente el avión.

El presidente Enrique Peña Nieto ha informado que ya se ha ordenado a Protección Civil y las Secretaría de Defensa y Transportes para que colaboren en la atención del accidente. Mientras que el presidente entrante, Andrés Manuel López Obrador ha declarado que: "tengo información de que afortunadamente no fue tan grave. Por ley todo esto se debe investigar".

Se trata del primer accidente aéreo en México de una línea comercial desde noviembre de 1999, cuando el vuelo 725 de Taesa se estrelló en Michoacán con balance final de 18 personas fallecidas.

 

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