Viernes 19 de Abril de 2024

HOROSCOPO

11 de junio de 2018

Las claves del zodíaco: cómo seduce cada signo

Seducir implica salir de la coraza individual para poder ver y acercarse al otro. Para eso es necesario percibir y estar alerta. Hay que dejar de lado los prejuicios y entender al otro en todas sus dimensiones.

Aries, el guerrero

Si hay un signo que no pasa inadvertido es Aries. Van para adelante, son avasallantes y necesitan vivir libremente sus deseos sin ser juzgados. Por eso, para seducir a un Aries hay que dejarlo que explore sin ser juzgado. Nunca se le debe pretender poner frenos ni juzgarlo porque se sentirá atrapado y huirá.

Es muy de Aries enceguecerse cuando alguien le gusta. Hablar y moverse con modos burdos que lo vuelven ridículo antes que seductor. Su cara enrojece y su cuerpo se entorpece. Es claro: a Aries le cuesta disimular sus sentimientos. Quemado por su fuerte deseo, se manda ciego y se expone más de lo necesario. También puede activar un Plan B donde intenta disimular lo que siente tomando distancia desde la pelea. Aries, en vez de seducir, inicia un combate con con aquel que le atrae. Conclusión: cuanto más pelea, más enganchado está.

 

Tauro, el disfrute por los pequeños placeres

Tauro necesita tiempo para poder observar y analizar los detalles sin apuro. Hay que respetar sus ritmos internos. Para los taurinos es esencial degustar, desde lo más profundo de su ser, un buen aroma, un rico sabor o una melodía inspiradora. Es importante acompañarlos en esto y poder ser un compañero que facilite estos encuentros terrenales, tan profundos y pausados.

Es muy de Tauro quedar magnetizado -con ojos de toro hechizado- cuando alguien le gusta. Atascado gira en torno a su objetivo, no puede alejarse del área donde está la persona que le atrae y se le dificulta decir algo coherente. Queda capturado por la vibración que emana ese ser -objeto de su deseo-. Extasiado no tiene claridad ni inteligencia para decir o hacer de manera sugerente y no logra cambiar su particular cara, que lo pone en evidencia. Tauro debe respirar hondo y confiar en su magnética personalidad. Su natural seducción surge cuando se relaja. Cuando se tranquiliza y confía se hace más fácil acercarse a la persona deseada.


Géminis, el eterno niño

Géminis es inquieto, volátil y eterno. Los geminianos necesitan experimentar la vida de mil formas posibles. La variedad está siempre a la orden del día. Lo peor que se les puede hacer es encasillarlos y domesticarlos. Ellos son aire y como tal no pueden ser encerrados en ningún lado. Se expanden y adoptan nuevas formas. Es esencial dejarlos experimentar y reinventar el mundo de mil maneras (formas) posibles.

Es muy de Géminis aparentar frescura y desenvoltura cuando alguien le gusta. Géminis valora la mente y la cultura, y para conquistar pone en marcha sus destrezas intelectuales. Cuando se dispone a activar sus armas de seducción se convierte en alguien divertido, expresivo y sociable. Se pone charlatán e informativo pero, lejos de conquistar, puede alejar al otro con su estilo descontrolado y verborrágico. Mientras una parte del gemelo cree estar elevando la seducción a un estado de éxtasis con palabras ocurrentes e ideas astutas, el otro gemelo se escucha a sí mismo desbocado y no sabe como hacer para frenarse y callarse la boca.

 

Cáncer, el refugio

Cáncer es hogar, estabilidad y seguridad. Quiere compromiso y lo va a exigir ni bien comience la relación. Necesita y exige compromiso (seguridad) emocional. Cáncer obliga a explorar lo más profundo del ser, a conectar con las heridas más profundas para luego emerger refortalecido. Los cancerianos son los compañeros "para toda la vida" por excelencia. Ellos se quedarán siempre y cuando se sientan cuidados y queridos.

Es muy de Cáncer ruborizarse y entorpecerse cuando alguien le gusta. Cáncer es como el cangrejo: se muestra duro por fuera mientras por dentro es blandito y tierno. Cuando alguien le atrae no sabe cómo expresarse y tiende a encerrarse cada vez más. En su misterioso silencio se imagina todo… inclusive formando una familia con quien le atrae, pero en ese momento lo resuelve poniendo distancia. El gran espacio entre lo que siente y lo que expresa desconcierta tanto a sí mismo como al otro. Para que Cáncer se atreva a revelar sus íntimas emociones debe sentirse seguro, el problema es que el otro probablemente no se entere con el tiempo suficiente como para seguir esperándolo.


Leo, la luz propia

Leo brilla. Se alimenta del amor y la aceptación de los demás. Ellos seducen, atraen y quieren ser el centro de atención. Es su forma de buscar aprobación. Lo mejor que se puede hacer es dejarlos volar sin miedo, permitirles florecer y lucirse en su entorno. Jamás hay que exigirle atención exclusiva porque se marchitarán y se volverán tiranos.

Es muy de Leo gustar de alguien parecido, porque está enamorado de sí mismo. Cuando alguien le atrae, hace gala de todos sus ”dones”. Se pavonea y se pone eufórico para llamar su atención. No soporta que no lo miren por que no tiene demasiada paciencia, necesita que los ojos del otro lo adoren y si esto no sucede se ofende y se aparta enojado. Leo necesita auto glorificarse y si el otro no capta su encanto y su magia, Leo no insiste en la seducción y se retira en busca de una nueva conquista. Leo reconocido y aceptado, se vuelve el corazón más alegre, abierto y bondadoso, pero ignorado se vuelve el corazón mas tirano.

 

Virgo, el detallista

Virgo es servicio y entrega. Tienen mucha humildad y, a veces, eso puede ser malinterpretado como debilidad o incluso sumisión. Los virginianos también son extremadamente meticulosos y críticos. Para estar al lado de ellos hay que aprender a descubrir su corazón solidario y entender la genialidad de sus sugerencias.

 

Es muy de Virgo cuestionarse y dar vueltas cuando “cree” que alguien le gusta. No quiere equivocarse ni sentirse humillado y protege sus sentimientos desde un estilo distante y reservado. Al ser tan poco comunicativo es probable que el otro nunca se entere de sus sentimientos. Para que Virgo demuestre lo que siente debe estar seguro de la aceptación del otro y también debe valorarlo como a alguien inteligente y respetuoso que sabrá responder en modos y formas a su propuesta de encuentro.

 

Libra, siempre de a dos

Libra tiene el desafío de integrar intelecto y sensibilidad. Para estar junto a un libra, hay que dejar de lado el individualismo para aprender a abrirse a las necesidades del mundo. Libra se mueve de a dos y de forma rítmica, integrando el alma y la mente. Los librianos pueden ser el refugio ideal luego de los avatares amorosos que a veces se presentan en la vida. Junto a ellos se encuentra la integración, el compromiso y la seguridad.

Es muy de Libra que le gusten todos, vive enamorado del amor. Siempre emite señales cautivantes, para este signo la existencia es un campo de seducción donde oscilar danzando de un sujeto al otro. Será difícil darse cuenta - para sí mismo y para los otros- si en verdad le atrae alguien, ya que es encantador y sugerente en todo momento. Libra emana perfumes de encuentro y esto siempre resulta maravillosamente atractivo para nuestros corazones fatigados.


Escorpio, el detective emocional

Escorpio tiene una personalidad compleja, con un costado sólido y oculto a la vez. Los escorpianos se sienten atraídos por los misterios y no le tienen miedo a las dificultades, más bien le generan intriga. Es un signo que no puede olvidar porque tiene una mente muy potente. Para seducirlos hay que aceptar ese costado detectivesco de la vida, entender los vericuetos de su mente y acompañarlos en las aventuras que quieran emprender.

Es muy de Escorpio que le guste alguien intenso y batallador. Cuando alguien le atrae su vida recobra sentido pues se enciende hacia una nueva conquista. La fuerza erótica aparece compleja y escondida y Escorpio se olvida de modales y estilos. Cuando Escorpio es traccionado por el deseo, todas las cosas le parecen posibles y adquiere una fuerza incomparable que lo apura a conseguir a quien quiere ahora mismo y sin demora. Se mueve intenso, tenaz pero agazapado, hacia su nuevo objetivo. Las técnicas de seducción pueden ser de lo más variadas: desde miradas sugerentes y escondidas hasta una obviedad tan intensa que puede asustar al objetivo de su conquista.

 

Sagitario, siempre tras la verdad

Suele ocuparse en buscar conquistas sociales cuando en realidad tienen un verdadero anhelo por el mundo místico. El desafío es lograr que su mente permita darle paso al alma para poder sumirse en la aventura del universo espiritual. De temple caballeroso, le interesa la justicia y critica la avaricia y codicia de los seres humanos. Ese espíritu justiciero muchas veces lo llevará a maldecir su entorno mundano y cotidiano. Sagitario necesita un compañero que vea la vida con el mismo color, que quiera acompañarlo en sus cruzadas y que sepa correrse a tiempo cuando queda sumido en sus enojos.

 

Es muy de Sagitario aventurarse a gustar y que le gusten otros. Confiado y esperanzado, se lanza a la conquista con cara de alegría. Entregado a lo que siente, difícilmente disimule su deseo. La pasión de los conquistadores habita en su corazón y deambula vital y generosa en sus muchos intentos de cazar a su presa. Avidez y confianza se mezclan con un osado corazón que ama la conquista y difícilmente se detenga ante los impedimentos, sigue luchando hasta lograr su objeto de su deseo.

 

 

Capricornio, un buscador del orden

Capricornio desea (desde) que el mundo esté en paz y, por sobre todas las cosas, en orden. A veces puede resultar autoritario o sumamente moralista por esta necesidad de indicarle a los demás cómo hacer "las cosas bien". Es frecuente sentirse juzgado al estar a su lado. Pero más allá de ese estilo que puede parecer duro e inflexible, Capricornio es compasivo, amoroso y está dispuesto a ponerse al servicio de los demás. Buscan compromiso y sinceridad. Son excelentes compañeros de ruta.

Es muy de Capricornio estar cerca de alguien que le gusta y quedarse estilo estatua-mudo. Se conmociona con lo que siente y parece preferir irse lejos. Hasta parece evitar el encuentro, y probablemente no se acerque a la persona que le atrae. Desde una actitud distante y fría, no se sabe si es timidez o poca valoración personal. Capricornio vive con la contradictoria sensación de querer estar con alguien y la vez mantenerse solitario pues le queda cómoda la soledad. Incluir a otro significa negociar la cotidianeidad de cada día, y pautar tiempos y modos. Estar en pareja requiere acomodarse a tiempos de dos y esto significa -algo que suele costarle a Capricornio- que debe alejarse de sus proyectos personales.

 


Acuario y la eterna búsqueda de lo diferente

Inquieto y apasionado por la novedad, Acuario no puede estar encasillado en una rutina. Lo peor que le puede pasar a este signo es tener una vida estable y predecible. Con Acuario solo es posible vivir un amor libre, desapegado y poco convencional. A veces eso puede sonar a rebeldía o poco compromiso pero no necesariamente es así. Tan solo son formas diferentes de vincularse. Para Acuario, el futuro ya llegó hace rato. Si se aprende a disfrutar de este costado desestructurado del acuariano, la vida podría convertirse en una eterna aventura.

Es muy de Acuario flashear con la persona que le gusta, siente la atracción como un relámpago que aniquila su sensatez y su coherencia. Puede volverse un poco loco y adquirir extravagantes estilos de conquista. Su estilo aéreo tiende aparentar distancia y frialdad aunque en el fondo se consuma por dentro. Tendrá modos originales y creativos para encarar la seducción y tan distinta será su forma de atraer que es posible que el otro no se dé por enterado de que está siendo cortejado. Acuario -normalmente hábil y creativo- debe aceptar su forma bizarra de expresarse cuando se trata de amor.

 

 

Piscis, el soñador

Piscis invita a ir más allá de la racionalidad para meterse, de lleno, en el mundo de la intuición y la sensibilidad. Con ellos se da la oportunidad de dejar de lado el ego individual para aprender a disfrutar de la magia del mundo. Con Piscis se presenta la maravillosa oportunidad de superar el pudor de mostrarse al mundo de forma genuina. Permiten sentir la bondad y la conexión de forma cariñosa.

Es muy de Piscis vivir dentro de un mágico estado de enamoramiento y no tener muy claro quién le gusta. Concentrado en el silencio de su sentir, sueña eternamente relaciones ideales pero poco realizables. Se ilusiona con amores que cumplan todas sus fantasías, pero se ruboriza y entorpece cuando debe demostrar lo que siente y no logra actuar de formas coherentes que faciliten el encuentro. Lo soñado se vuelve extremadamente hermoso y al compararlo con la cotidiana realidad, lo vínculos posibles se vuelven poco interesantes. Cualquier expresión humana de aquel a quien se ha idealizado lo lleva a perder el interés en relaciones reales.

COMPARTIR: