La localidad de Siján (Catamarca) fue castigada por un aluvión en enero de 2014. Solo de milagro -y porque la gente advirtió la amenaza del río-, hubo solo un muerto, pero los daños económicos fueron muy importantes. La imagen de la Escuela de Siján con el lodo cubriendo las ventanas y enormes piedras alrededor, dio vuelta el país. Pasaron los años, las autoridades trabajaron en la reconstrucción pero una de las tantas curiosidades es que la defensa que hicieron para la institución escolar tiene una pendiente de desvió con el ángulo equivocado, y ante un eventual desborde, el agua o lodo volvería hacia el pueblo. En lugar de prevenir, perjudicaría.

Es más que curioso. Tal vez tragicómico, pero por ahí se puede corregir. La pendiente debería derivar el material hacia la parte de atrás de la Escuela, y no reconducir el eventual desborde del rio de nuevo hacia la avenida central de Siján y la puerta principal del edificio escolar. A simple vista, el acopio de material (recuperado del alud) fue acumulado por las máquinas en unos de los laterales de la escuela, con la idea de hacer una defensa pero con el ángulo de desvío equivocado. Además hablamos de tierra suelta, o sea, podría empeorar la situación. Mucho más arriba hay un encadenado de piedras pero tan bajo e insignificante que  resulta casi imposible que pudiera contener un leve embate del río.

La reconstrucción del pueblo contempló la entrega de viviendas, subsidios y préstamos para los damnificados.  La distribución fue polémica y hasta el día de la fecha hay elementos tirados o que fueron vendidos debido a la improvisación oficial con la que se hizo el salvataje. Siján pudo ser reconstruido desde la verdad, atendiendo las prioridades y el futuro. Tuvo una gran oportunidad. Sin embargo muchos aprovecharon la desgracia para hacerse de cosas de manera gratuita respondiendo a la lógica de políticos inescrupulosos, que, por supuesto, hoy, no encontramos por ningún lado. 

FUENTE: www.elintransigente.com