La situación judicial de Ricardo Echegaray, uno de los funcionarios más cuestionados del kirchnerismo, se complica día a día y podría quedar procesado en la causa en la que se investigan las maniobras del exvicepresidente Amado Boudou para quedarse con la imprenta Ciccone.

La Oficina Anticorrupción (OA), que es querellante en la causa, solicitó el procesamiento de Echegaray a partir del testimonio de Rafael Resnick Brenner, su jefe de Gabinete en el organismo. En el juicio oral y público contra el exministro y otros funcionarios.

Resnick Brenner aseguró que él que no participó del pedido de quiebra ni del levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone: "Todo el accionar que yo tuve como jefe de asesores era todo consensuado o instruido por el administrador federal, no quiero zafar, es una realidad".

En esa línea, el exfuncionario recordó que “mientras Echegaray fue Administrador Federal, no se movía un papel sin que él supiera” y agregó: “Si había algún movimiento de algún papel, (…) nada pasaba sin el control o el conocimiento del Administrador Federal".

Por otra parte, Resnick Brenner confirmó que fue a una reunión con los enviados del ex vicepresidente en el Ministerio de Economía por expreso pedido de Echegaray, de la que participaron Guido Forcieri, ex efe de Gabinete de Amado Boudou en Economía y también su socio y amigo José María Núñez Carmona. "Forcieri me transmitió que había que tratar de tener una continuidad de la empresa. Es la única vez que tuve una reunión con Forcieri", sostuvo el colaborador de Echegaray.

"Llama mucho la atención que el juez no haya procesado a Echegaray. Entendemos que tiene responsabilidad en la maniobra. La Oficina Anticorrupción es querellante en la causa desde febrero de 2016", afirmó Laura Alonso, titular de la OA, en declaraciones radiales y consideró que la indefinición del juez favorece a Echegaray".

Cabe recordar que el exhombre fuerte de la AFIP fue llamado a indagatoria por el juez Ariel Lijo en octubre del año pasado, aunque no forma parte del juicio oral. Para la OA resulta muy "sospechoso" que el organismo que conducía Echegaray haya pedido la quiebra de Ciccone y luego, un mes y medio después, pida el levantamiento de dicha medida.

La semana pasada, el arrepentido Leonardo Fariña acusó a Echegaray de ser parte de las maniobras de lavado de dinero realizadas por Lázaro Báez mediante facturas truchas.