Sabado
23 de Noviembre de 2024
16 de enero de 2017
La certificación INTI es obligatoria y los usuarios pueden verificarlo a través de una etiqueta colocada en las bicicletas.
En los últimos años las bicicletas han ido ganando un rol cada vez más importante en las ciudades, valoradas principalmente por quienes eligen un medio de transporte saludable y económico. Con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciclistas, cada modelo debe someterse a 54 ensayos técnicos en el Centro de INTI-Mecánica y contar con la aprobación del Organismo de Certificación del INTI para su oferta en el mercado.
“Lo que hacemos es asegurar que los modelos certificados garanticen un estándar de seguridad, para que luego cada usuario busque una bicicleta en función a su uso y comodidad. Lo importante al momento de elegirla es chequear que esté certificada por un Organismo Certificador autorizado y eso puede comprobarse a través de una etiqueta metalizada que debe estar pegada en un lugar visible”, explica Gustavo Maceira, jefe del Laboratorios de Procesos de Mecanizado y Conformado de INTI-Mecánica, donde se realizan los ensayos.
La certificación es obligatoria en el país desde el año 2003, de acuerdo a lo establecido por la Resolución Nº 220/2003 creada por la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa, que dispone “requisitos esenciales de seguridad para la comercialización de bicicletas nuevas en la Argentina". El Organismo de Certificación del INTI es una de las entidades nacionales reconocida para actuar en este ámbito.
“La Resolución rige para todos los rodados nacionales e importados, a excepción de los modelos de competición, y exige que previo a su comercialización deba presentarse ante la autoridad de aplicación la certificación de conformidad por marca, que implica no solo la realización de ensayos sino también auditorías del sistema de control de producción en la fábrica”, explica Federico Paterson, responsable de Certificación de Bicicletas del INTI.
En 2016 se acercaron al Instituto 23 empresas para obtener la certificación de sus modelos. Si bien todos los ensayos son obligatorios algunos de ellos resultan clave como los de “frenado”, “horquilla”, “impacto” y “cadena” (ver recuadro).
En el caso que un modelo no cumpla con alguno de los ensayos, las empresas pueden solicitar ayuda técnica del INTI para alcanzar los estándares de calidad. “Nuestro objetivo es, por un lado, dar garantías de seguridad al usuario de bicicletas y, por otro, brindar asistencia a las pymes que lo necesiten, es decir, aportar a mejorar los productos nacionales”, asegura Maceira.
Para consultar el listado de modelos verificados en esta dirección: https://www.inti.gob.ar/certificaciones/pdf/certbicicletas.pdf
ENSAYOS MÁS IMPORTANTES
Frenado: para controlar la distancia de frenado el operador de pista debe ir a 25km/h y accionar los frenos. Utilizando ambos la bicicleta debe detenerse como máximo en 7 metros y si usa sólo el trasero debe hacerlo hasta en 15.
Horquilla: se trata de un ensayo de fatiga donde se agrega una carga alternativa de tracción y compresión durante 50 mil ciclos. El propósito es evaluar que no aparezcan fisuras ni fracturas después de ese proceso de fatiga en la horquilla delantera, que une la rueda con el manubrio. Durante esta prueba se simula una situación similar a la que ocurre cuando el ciclista circula en la vía pública.
Impacto: el cuadro de la bicicleta se somete a dos impactos consecutivos con una carga encima que asemeja el peso de una persona. Luego se analizan las zonas de unión de soldaduras para verificar que no existan fracturas o fisuras.
Cadena: se evalúa la carga de rotura de la cadena, es decir su resistencia.