Por Roberto Di Sandro
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Se operó de las cuerdas vocales y a las pocas horas habló ante los periodistas acreditados en la Casa Rosada. Mauricio Macri anticipó su cirugía para sacarse un pólipo. Había pensado hacerlo el viernes, pero en la mañana del martes, lo llamó a su médico y le dijo “estoy libre”. “Sólo diez minutos duró la operación”, dijo luego el Presidente a los periodistas a quienes había citado en el Salón Comedor de la presidencia para despedir el año. Allí habló, muy bajito, para decir que “habrá decisiones muy importantes el próximo año, siempre con el acuerdo de todos los sectores, porque debemos estar todos unidos”, reveló.

Macri llegó al recinto de buen talante, aun cuando se lo vio un poco cansado. La tensión en torno a la operación fue perceptible. Se mojó los labios con un poco de champagne y en medio de todo tipo de flashes y cámaras de televisión, habló. “Hablo despacio”, dijo al tiempo que algunos de sus asesores le sugirieron que lo hiciera “breve”.

Aludió al propósito de que reine la tranquilidad en todo el país. Contestó al Presidente éste representante de Crónica como decano de los periodistas” . Allí recordó el deseo de unidad que alguna vez sugirió al general Juan Domingo Peron al resaltar “esto lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”.

Consideramos que “es el camino que ha tomado el presidente Macri”, terminó nuestra alocución deseándole felicidades a todos los presentes. El Presidente añadió, con voz apenas perceptible: “Y que gane Boca”, a lo que las sonrisas le dieron un broche de oro al encuentro.