Afectará, sobre todo, a profesionales, pymes y pequeños comerciantes que, en la categoría más baja, pasarían a abonar $128 de impuesto integrado, frente a los $39 actuales; $300 de aporte jubilatorio, contra los $157 de hoy, y $419 por obra social

Muy por encima del índice de inflación interanual -del actual, que supera el 43%, pero sobre todo del 17% previsto en el Presupuesto 2017-, el Gobierno analiza incrementar entre un 75% y un 228% el impuesto integrado que paga cada comerciante adherido al monotributo. La nueva facturación afectará de un modo similar a los bienes inmuebles.

La iniciativa está incluida en el proyecto oficial de modificación del impuesto a las Ganancias, que consiguió dictamen favorable en la Cámara de Diputados, y perjudica, sobre todo, al rubro servicios, en el que se incluyen profesionales, pymes y pequeños monotributistas. 

La medida alcanzaría a 1,5 millones de personas, en lo que sería una nueva contradicción del Gobierno, ya que, mientras el Congreso debate para que menos trabajadores paguen Ganancias, pretende “inflar” suntuosamente los valores que deben abonar los contribuyentes más modestos.

De prosperar la propuesta oficial, la categoría B (la más baja, hasta $72.000) pasaría a pagar de $39 a $128 (un 228% más) por impuesto integrado y de $157 a $300 (91%) por aporte jubilatorio, mientras que la obra social continuaría sin cambios en $419: en total, estos trabajadores pasarían a pagar $847 frente a los $615 actuales. En tanto que un comercio que facture más de $72.000 al año (unos $6.000 mensuales) deberá abonar, como mínimo, $869 por mes.

Esto es así debido a la ascendente variación del impuesto integrado, que aumentaría hasta los $2.800 en el caso de la categoría I, representando un 75% más que los $1.600 actuales. Sumando el aporte jubilatorio y por obra social ($300 y $419, respectivamente), estos comerciantes pasarían a pagar de $2.176 a $3.519 (ver recuadros).

Los topes quedarían de la siguiente manera: b) hasta $72.000; c) hasta $108.000;d) hasta $144.000; e) hasta $216.000, f) hasta $288.000, g) hasta 360.000; h) hasta 432.000; 

I) hasta $600.000. Para las últimas tres escalas, según la cantidad de empleados, hasta $ 705.000 la J con un trabajador como mínimo; hasta $810.000 la K con 2 trabajadores de piso y $900.000 la L con tres trabajadores.

En tanto, la venta de cosas muebles pagará más que servicios. En este caso, el monto total del monotributo irá de los $847 para la categoría más baja, hasta los $7.259. 

En cuanto a los alquileres, el parámetro actual es de hasta $18.000 para las categorías B y C y llega hasta $72.000. En el proyecto del Gobierno, los alquileres van de hasta $48.000 para las dos primeras categorías; de hasta $84.000 para las dos siguientes, y $108.000 para las dos posteriores. La H puede llegar a pagar un alquiler de $144.000, y el resto $180.000.

Un esquema regresivo

Como se advierte fácilmente, aunque el aumento en los topes ronda el 50%, lo que deberán abonar los comerciantes -siempre según el proyecto oficial- es sustancialmente superior y afectará, sobre todo, a las pymes que, además, deberán afrontar los costos de los tarifazos en servicios como luz, gas y agua. No es un dato menor, a su vez, que el monotributo no solo establece escalas según la facturación anual del comercio, sino también en función de su superficie ocupada y su cantidad de energía consumida. 

Por esto, desde la oposición buscarán tratar su proyecto de ley que aumente un 100% las escalas del monotributo, hasta alcanzar los $800.000 para servicios y $1.200.000 para bienes muebles. De esto modo, se buscará lograr una mayor progresividad, es decir, que el tributo afecte realmente a quienes más facturan.

$847 de monotributo deberá pagar la categoría más baja de servicios

$615 abonaba antes un pequeño contribuyente

Fuente Diario Hoy La Plata