Jueves 28 de Marzo de 2024

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9 de noviembre de 2016

El negocio por el que Donald Trump calificó de "inexpertos" a Franco y Mauricio Macri

En su libro “El arte de la negociación”, el presidente electo de los Estados Unidos contó cuál fue la relación que desarrolló con la familia Macri

En 1987 el empresario Donald J. Trump contó cuál fue el negocio que lo llevó a conocer a Francesco "Franco" Macri, creador de SOCMA y padre del actual presidente argentino. Lo hizo en el capítulo 13 de su libro, El Arte de la negociación, y hoy, a partir de los resultados de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, los hechos cobran un interés especial en medio de las especulaciones sobre la relación que existirá entre republicano y el líder de Cambiemos.

En 1979 Trump tomó "la decisión más dura de su vida" al desprenderse de un negocio inmobiliario importante: 78 acres frente al río Hudson. Al mismo tiempo, asegura, su jugada más fácil fue recuperarlo en 1985. Esa última operación fue la que lo llevó a conocer a la familia Macri.

Hacia el final de la década del 70, Trump dejó el proyecto en manos de un amigo, Abe Hirschfeld, quien rápidamente nombró como socio a Macri.  "Él se encargaría de todo el trabajo", le dijo. A su vez, el empresario italoargentino le encargó seguimiento diario del desarrollo a Carlos Varsavsky.

 

"El equipo de Macri tenía muchísima capacidad. Lo que le faltaba era experiencia, especialmente en Nueva York, donde es especialmente difícil hacer un negocio de bienes raíces", analizó el republicano. Macri, explicó Trump en su libro, "se hizo rico en los años 60 construyendo puentes para el gobierno nacional".

El equipo Macri-Hirschfeld tomó control del proyecto y lo denominaron Lincoln West. "Pero en el proceso hizo muchas concesiones a la ciudad", acotó el autor. Y sentenció: "Estar obligado a vender fue tal vez lo mejor que le haya pasado". "Si Macri hubiera intentado construir el proyecto en los términos que acordó, habría perdido cientos de millones de dólares", aseguró.

Aunque señaló que el fracaso del proyecto de Macri le resultó "triste" dado que "es un hombre maravilloso", describió de manera cruda las razones que hicieron fracasar al empresario.

"Uno de los problemas que tuvo fue que quiso aplicar los principios de la construcción de puentes a un desarrollo inmobiliario", apuntó.

Además, con cierto desprecio indicó que el padre del jefe de Estado argentino "llevaba tres años en el negocio de los regalos". En este marco, enumeró una serie de supuestas malas inversiones que Macri realizó en ese período; por ejemplo, destinar 30 millones de dólares a la reparación de una estación de subte. "Por ese dinero —dijo el autor— debería ser posible reconstruirla".

"Su último error fue que nunca supo generar entusiasmo con el Lincoln West. Durante esos cuatro años, no se escribió una sola palabra sobre el proyecto", afirmó.

En otro tramo del libro, Trump manifestó que en 1983 la situación del equipo Macri comenzaría a complicarse, porque "al parecer la guerra de Malvinas perjudicó sus intereses en la Argentina". Al año siguiente, Hirschfeld contactaría a Trump: Franco estaba en problemas y quería vender. En noviembre cerrarían la operación en 100 millones de dólares

Trump reveló que antes de efectivizarse la venta le hizo "un favor" al fundador de SOCMA. Después de un primer encuentro, ambas partes establecieron un acuerdo tentativo: Macri no estaba seguro de querer vender y por eso se limitó a firmar una carta de intención.

En este punto Trump aconseja a los lectores no asumir este tipo de compromisos. La contraparte puede dar marcha atrás e iniciar un conflicto judicial que se puede prolongar durante varios años. Sin embargo, él aceptó hacerlo.

Para la firma de ese documento se organizó una reunión en un hotel Sherry Netherland. Participaron Franco, "su joven hijo" (el presidente Mauricio), y una traductora llamada Christina, a quien Trump dedica varias líneas por tratarse de "una belleza latina".

Meses después, Franco se arrepintió: de ningún modo no quería concretar la venta. "Me explicó que estaba desesperado por hacer un último esfuerzo, conseguir financiamiento y seguir adelante", recuerda el republicano, quien aceptó "la apertura" que mostró Macri. Como una suerte de favor, aceptó cancelar la operación.

"Si alguna vez volvés a querer vender, espero que me tengas en cuenta. Mientras tanto, buena suerte". Así se despidió de Macri el ahora presidente electo, tras romper la carta frente a él en señal de respeto.

Trump no se arrepiente. Incluso asegura que gracias a ese gesto Macri volvió a acudir a él en enero de 1985 para ofrecerle por segunda vez el terreno. En esa oportunidad, la venta se concretó y representó un gran beneficio para Trump.

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