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ECONOMIA
29 de agosto de 2016
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia anunció el inicio de una investigación en el mercado de las tarjetas de crédito ante la presunta existencia de posible cartelización de bancos accionistas.
La causa -que será tramitada ante la Secretaría de Comercio- fue presentada contra la firma Prisma -la empresa del Grupo Visa, tras la concreción de un estudio en el que se detectó que el mercado de tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos presenta problemas como falta de competencia en el financiamiento para consumo, falta de transparencia, comisiones altas y retraso tecnológico.
El anuncio fue realizado esta tarde por el titular de la Comisión, Esteban Greco, en compañía del ministro de la Producción, Francisco Cabrera.
“La recomendación de abrir esta causa se tramitará ante la Secretaria de Comercio”, explicó Greco.
La posición dominante de la empresa Prisma en el mercado de pagos electrónicos “se evidencia en el monopolio en adquirencia y procesamiento de la tarjeta Visa, en la integración vertical con los principales bancos, tanto privados como públicos, y en la presencia dominante en los distintos segmentos: red de cajeros y pagos (Banelco), pagos online (Pago Mis Cuentas) y en las barreras a la entrada de nuevos jugadores”, explicó el funcionario.
Este recomendación de abrir una investigación contra Prisma, y una serie de medidas técnicas para aumentar la competencia y bajar el costo de financiamiento, se da en momentos en que el Congreso debate poner un tope a las comisiones que cobran las tarjetas de crédito a los comercios, y regulaciones que el Banco Central estudia aplicar en el mismo sentido.
Cabrera dijo que estas medidas “no van en contra del plan Ahora 12, al cual queremos prorrogar, sino en ampliar el mercado para que haya menores costos".
En en mercado local en la actualidad existen seis redes principales de tarjetas: cuatro con el sistema bancario (Visa, MasterCard, Credencial y Cabal) y otras dos que operan en un sistema donde el emisor coloca sus propias tarjetas (Diners, American Express).
En el país, hay 42 millones tarjetas en circulación, pero el único adquirente de Visa es Prisma, quien además procesa todas las transacciones de la red, que explican alrededor del 60% del total de las compras.
Prisma es propiedad de 14 bancos del país y sus principales accionistas son Galicia, Santander Río y BBVA Francés, entre otros, a los que se los investigará sobre la posibilidad de que hayan llevado adelante una cartelización.
“Esto deriva en una triple integración vertical, ya que es al mismo tiempo banco, emisor y adquirente/procesador”, advirtió Greco.
A partir de esta posición “ningún banco emisor de tarjetas Visa en Argentina procesa las transacciones de sus clientes fuera de Prisma”.
En este marco, la CNDC realizó una serie de recomendaciones técnicas para mejorar las condiciones de competencia y transparentar las condiciones de consumo.
Esto se debe a que “actualmente los precios están distorsionados porque se incluyen costos financieros que las personas que pagan en un solo pago también están pagando aún sin utilizar la financiación”, dijo Cabrera.
Puso como ejemplo, que un producto por un pago cuesta $ 120, o 12 pagos de $10, “y lo que queremos hacer es que quede en claro cuál es el costo financiero”, de la operación.
La semana pasada, la Comisión de Industria y Comercio del Senado emitió dictamen a una iniciativa del senador Alfredo Luenzo (UNA-Chubut) que baja del 3 al 1,5% el valor de las comisiones por pagos con tarjetas de crédito y elimina por completo las que se aplican a las operaciones con débito, hoy fijadas en 1,5%.
En medio de este dictamen, desde el oficialismo comenzaron a analizar medidas similares, de hecho, Greco informó que desde la Comisión de Defensa “hemos hablado con los diputados (Elisa) Carrió y (Mario) Negri sobre aspectos técnicos” de una eventual regulación.
No obstante, el funcionario dijo que no adhiere "a fijar las comisiones por ley” sino buscar formas de que haya más competencia en el mercado y bajen los costos de las operaciones.
En la rueda de prensa, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia presentó el resultado de su análisis del mercado de las tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos y una serie de recomendaciones al Banco Central de la República Argentina y a la Secretaría de Comercio, como autoridades de aplicación de la Ley 25.065 (de tarjetas de crédito).
El informe es el primero de los once estudios que la CNDC, el organismo técnico que estudia mercados y hace recomendaciones para mejorar la competencia, anticipó en abril para evaluar las condiciones de competencia en sectores con alta concentración e importante impacto en el consumo y la producción. Los diez restantes corresponden a los rubros: aluminio, acero, petroquímica, comunicaciones móviles, aceite, leche, carne, detergentes para la ropa, transporte terrestre interurbano de pasajeros y transporte aéreo.
Según el análisis de la CNDC el mercado de tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos presenta problemas como falta de competencia en el financiamiento para consumo, falta de transparencia (costo de financiamiento encubierto), comisiones altas para comercios grandes y retraso tecnológico, ya que se evidencia una demora en la introducción de medios de pago electrónicos.
La posición dominante de la empresa Prisma en el mercado de pagos electrónicos se evidencia en el monopolio en adquirencia y procesamiento de la tarjeta Visa, en la integración vertical con los principales bancos (tanto privados como públicos), en la presencia dominante en los distintos segmentos: red de cajeros y pagos (Banelco), pagos online (Pago Mis Cuentas) y en las barreras a la entrada de nuevos jugadores.
Asimismo, la Comisión le recomendó al Banco Central de la República Argentina y a la Secretaría de Comercio proponer cambios en la Ley 25.065 (de tarjetas de crédito) para regular la tasa de intercambio que cobran los bancos emisores de tarjetas; eliminar la restricción a la diferenciación de comisiones; promover la competencia en el financiamiento para consumo y transparentar los precios de los productos y las condiciones de financiamiento.