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ECONOMIA
21 de julio de 2016
La mayoría eran Pymes que entre 2011 y 2015 sufrieron las restricciones a las ventas al exterior y el cepo. La agroindustria fue la más perjudicada
Comenzaron con suspensiones de personal, luego con recortes de sueldo y, finalmente, cerraron sus puertas. Unas 5.000 compañías de capitales nacionales y extranjeros -ante todo pequeñas y medianas– desaparecieron de la economía argentina entre 2011 y 2015 porque no podían exportar.
La agroindustria fue el sector más perjudicado y desde que llegó el cepo cambiario a fines de 2011 la problemática empeoró, pero no fue el único afectado. El cierre de empresas también se vio en varias industrias y en las autopartistas, según datos oficiales del ministerio de Producción.
Este escenario castigó a las economías de las principales regiones de la Argentina y en paralelo, cayó la tasa de crecimiento de Pymes.
"Fue un combo explosivo entre la apreciación cambiaria, retenciones y las restricciones a las exportaciones", resumió Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva, en el marco de la presentación del GPS de las Economías Regionales, una web que estará disponible para acceder a información detallada de los sectores por provincia.
El objetivo es transparentar el acceso público a información que antes era desconocida o no era confiable, y por eso la semana que viene también presentarán un GPS de empresas argentinas, en el que se concentrarán en el estado actual del entramado de las compañías a nivel nacional.
La consultora Abeceb, a cargo del ex secretario de Industria Dante Sica, ya había hecho un estudio similar en el que se concentró solamente en las pequeñas y medianas empresas exportadoras (Pymex) entre 2010 y 2014, y la tendencia también mostró ser a la baja.
EL 40% de las 9.295 Pymex relevadas dejaron de exportar en esos cuatro años, y unas 4.203 dejaron de existir. Sin embargo, en el mismo período se dieron de alta 3.027, un dato que contrasta con el análisis del Gobierno.
Cierre de empresas
Cuando se pone la lupa en el pasado, cerraron más de 150 frigoríficos y el país cayó del puesto tres al 13 como exportadores de carne en el mercado mundial. La planta de Swift en Venado Tuerto cerró en 2012, y Marfrig -la tercera procesadora de carne más grande de Brasil después de JBS y Brasil Foods- bajó las persianas de Estancias del Sur en Córdoba. El cepo al dólar luego aceleró la desaparición de empresas de entre 80 y 100 empleados.
La caída de la competitividad y el cierre de las exportaciones a Brasil afectó a Nucete, la fabricante de aceitunas que primero cerró la planta en La Rioja y luego la compró José Luis Manzur, gobernador de Tucumán.
La láctea Agropur, de origen canadiense, emprendió su retirada en 2012 al poner en venta su parte en la cordobesa La Lácteo.
Entre 2013 y 2015, las autopartistas perdieron el 10% de sus puestos de trabajo, y la situación empeoró en el primer trimestre de este año con el cierre de tres compañías por la caída de las exportaciones a Brasil: Punch Automotive, Ar Zinc y Paraná Metal.