Se ha demostrado que el FC Barcelona es el equipo hegemónico de los últimos tiempos. La consecución de la Copa del Rey asegura el doblete -el séptimo de Liga y Copa de toda la historia culé-, el cuarto título de la temporada y alarga el ciclo triunfal de un equipo que puede presumir de haber ganado todo más veces que nadie durante la última década.

Como ocurrió en la Liga, en la que el equipo superó a los dos finalistas de Champions, en la Copa los hombres de Luis Enrique se han deshecho de un Sevilla que está dejando huella en la Europa League, competición que ha levantado de manera consecutiva los tres últimos años. Liga y Copa son títulos enormes logrados contra equipos top en una semana que ha sido para enmarcar.

Épica, carácter y fútbol

El de esta noche en el Vicente Calderón ha sido un triunfo cargado de orgullo y coraje. Épico. La expulsión de Mascherano en el primer tiempo y la lesión de Suárez en el segundo no han bajado los brazos de un Barça que, valiente y terco, ha persistido hasta la victoria final. Ha recordado al título de Liga, logrado a pesar del bache sufrido durante el mes de abril. Como entonces, el equipo ha sabido responder con carácter y fe cuando han aparecido las adversidades. Se ha impuesto a golpe de fútbol.

La 28ª Copa de la historia culé supone, pues, el colofón a una temporada de ensueño. La consecución del doblete cierra un año de noches inolvidables, como la del 0-4 en el Bernabéu o la del 7-0 al Valencia en las semis de Copa. Sirve también para homenajear con títulos la figura que revolucionó el Club hace 25 años. ¿Qué mejor que seguir ganando para honrar a Johan Cruyff, el hombre que inició este ciclo triunfal?