Sabado
23 de Noviembre de 2024
ACTUALIDAD
27 de abril de 2016
La antena permitirá tener una mirada de hasta 380.000 kilómetros.
La estación de observación del espacio lejano de la agencia espacial china CLTC se inaugurará formalmente en marzo de 2017. La parábola de 110 toneladas y 35 metros de diámetro ya se divisa desde la Ruta 40 a mitad de camino entre Las Lajas y Chos Malal.
En el predio de 200 hectáreas que el gobierno de Neuquén le cedió a la Conae hay más de una docena de tráileres que hacen de oficinas para esa estepa árida, camionetas, colectivos de larga distancia, una bandera china junto a la argentina. "La estación es emblema de amistad y ganancia mutua para ambos países", dijo ayer Yu Xueming, responsable de la estación e ingeniero electrónico de CLTC, durante una visita que organizaron junto al secretario de Gestión Pública, Rodolfo Laffitte.
Su traductor, Víctor –de nombre argentinizado para facilitar la comunicación con los locales–, retransmitió que la base "ayudará a Neuquén a elevar su prestigio tecnológico" y detalló que, de los cuatro edificios que integran el proyecto, dos están finalizados en su aspecto técnico –las dos antenas–, mientras que la sala de controles estará lista a fin de mes y el edificio de administración, en agosto. La inversión total ronda los 70 millones de dólares.
Cuando el año que viene esté funcionando, la parábola les permitirá a los asiáticos una mirada a más de 380.000 kilómetros de distancia. El programa de exploración espacial de China contempla un alunizaje en 2017 a través del Chang'e 5 para tomar muestras en superficie y regresar a la Tierra. Más adelante, un desembarco en el "lado oscuro" y, para el 2020, aspiran una misión tripulada.
"Una antena de este porte, que se mueve lentamente, no es para comunicaciones terrestres", dijo Laffitte para desmentir nuevamente que tenga usos militares. Por dentro, oficia como una "gran jaula de Faraday" que contiene, además del hormigón exterior, una malla metálica especial para que no ingresen ondas microondas de afuera que puedan interferir las comunicaciones.
El complejo lo integra también un edificio de energía –una suerte de subestación transformadora– y una sala de equipos de arquitectura símil china para administrar los datos que capte la antena. Xueming aclaró que, en ese lugar, "no hay pantallas" y no se verán imágenes en vivo de las misiones. "Los datos recibidos vamos a publicarlos", aclaró. Hace poco se difundieron imágenes que tomó en 2013 la misión del Chang'e 3.