La Iglesia recuerda a Santa Isabel, reina de Portugal
Admirable por su desvelo en conseguir que hiciesen las paces reyes enfrentados y por su caridad en favor de los pobres. Muerto su esposo, el rey Dionisio, abrazó la vida religiosa en el monasterio de monjas de la Tercera Orden de Santa Clara, en Portugal, que ella misma había fundado, y en este mismo monasterio murió.