Desnúdate, si quieres salir del pozo.
Esa desnudez es la desnudez del alma, de verte por primera vez como realmente eres, de encontrarte con los detalles que tatuaste en tu piel. Esos tatuajes del ego que te llevaron a ser lo que te dijeron que tenias que ser, o que simplemente copiaste y elegiste creyendo que era lo mejor. Y ahí te abrazaste al ego, y entraste en un bucle infinito, olvidándote por completo de ti.