Internas y divisiones, reinas en la marcha de la CGT
Al palco no subieron varios dirigentes, entre ellos, Héctor Daer. Con la historia del atril sobre las espaldas, la CGT encabezó una movilización de manera algo tímida: ausencia de dirigentes en el palco, lugares vacíos en la extensa Plaza de Mayo, un discurso efímero y poco directo, y un anuncio lejano en el tiempo, con un posible paro a tratarse recién a fines de septiembre.